¿Hay relación entre la metanfetamina, la empatía entre las personas y la comisión de algún delito? ¿Cuál es?
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el cristal forma parte del grupo de drogas llamado estimulantes de tipo anfetamínico (ETA). Se trata de una droga sintética que suele fabricarse en laboratorios ilegales y se vende en forma de polvo, tabletas o cristales que parecen astillas de vidrio.
La misma UNODC define el concepto de empatía como la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás. Nos permite ver las cosas desde la perspectiva del otro en vez de la nuestra.
Aunque no lo creas, estos dos conceptos están relacionados, pero de una manera negativa. Te vamos a explicar cómo esto es posible.
¿Qué sucede a la persona que consume cristal?
Cuando una persona consume cristal, al ser una droga estimulante, puede experimentar un aumento de energía, euforia y alucinaciones a un grado donde el funcionamiento del cerebro se altera de tal manera que la capacidad para conectarse emocionalmente y comprender los sentimientos de otras personas se reduce.
En pocas palabras, la metanfetamina puede hacer que las personas que lo consumen se vuelvan más impulsivas e insensibles, lo que dificulta que generen empatía hacia las personas que les rodean, no importa si son familiares, amigos o conocidos.
En consecuencia, el consumo de cristal puede afectar negativamente la empatía de una persona.
La metanfetamina puede volvernos agresivos con los demás
El uso crónico de esta droga puede llevar a problemas de salud mental y emocional, como la depresión y la ansiedad, y, al ser el cristal una droga que elimina la empatía, su consumo se relaciona con la violencia y el carácter agresivo, lo que puede conducir a dificultades en las relaciones interpersonales.
De acuerdo con información del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés) algunas de las formas en las que el consumo de cristal puede estar relacionado con conductas violentas e incidencia delictiva incluyen:
-Agresividad: El consumo de cristal puede aumentar la agresividad y la irritabilidad en los individuos, lo que puede llevar a enfrentamientos violentos con otras personas.
-Paranoia y psicosis: El uso prolongado de metanfetamina puede desencadenar paranoia y psicosis, lo que puede hacer que las personas se sientan amenazadas y reaccionen violentamente hacia los demás.
-Delirios y alucinaciones: Algunos usuarios pueden experimentar delirios y alucinaciones mientras están bajo la influencia del cristal, lo que puede llevar a comportamientos impredecibles y peligrosos.
-Comportamientos impulsivos: El consumo de metanfetaminas puede disminuir la capacidad de los individuos para controlar sus impulsos, lo que puede conducir a acciones violentas sin pensar en las consecuencias.
-Robos y asaltos: Las personas adictas pueden recurrir a actos delictivos, como robos y asaltos, para financiar su adicción.
Es importante señalar que no todas las personas que consumen drogas se involucran en conductas violentas o delictivas. Sin embargo, el consumo del cristal aumenta la probabilidad de que ocurran estos comportamientos debido a su impacto en el sistema nervioso y su capacidad para desencadenar efectos negativos en el comportamiento y el estado mental de sus usuarios.
En opinión de Sociedad Educadora
Desde Sociedad Educadora, vemos que es fundamental implementar estrategias de prevención, tratamiento y reducción del daño que enfoquen en el abuso de sustancias y la rehabilitación de las personas adictas, y necesario aumentar la información sobre los riesgos asociados con el consumo de cristal y todo tipo de drogas para reducir su demanda.