La atención de mamá y papá es clave contra drogas y alcohol.

Por Sociedad Educadora 

Cuando niñas, niños y jóvenes no reciben la atención, cuidado ni orientación adecuadas de mamá y papá están más expuestos a influencias negativas y son más propensos a experimentar con el consumo de drogas y alcohol.

La investigación realizada por García et al. (2018), como se presenta en el artículo «Importancia de la atención, el cuidado y la orientación de los padres en el consumo de drogas y alcohol de los hijos», examina el impacto crucial que tiene la atención, el cuidado y la orientación parental en el desarrollo de niñas, niños y jóvenes. Cuando los padres no proporcionan estas necesidades básicas, los hijos se encuentran en mayor riesgo de verse afectados por influencias negativas, como el consumo de drogas y alcohol.

Este estudio subraya la importancia de la presencia activa y positiva de mamá y papá en la vida de sus hijos, no solo como figuras de autoridad, sino también como modelos a seguir y fuentes de apoyo emocional. Los resultados destacan la relevancia de fortalecer los vínculos familiares y promover entornos familiares saludables como estrategias clave para prevenir comportamientos de riesgo en la juventud.

La ausencia de atención parental puede manifestarse de diversas formas, desde la falta de supervisión de las actividades de las hijas e hijos hasta la negligencia emocional y el abandono. Las infancias y juventudes que no se sienten apoyadas o valoradas en el hogar pueden buscar refugio en grupos de pares que promueven el consumo de drogas y alcohol como una forma de escape o pertenencia.

La falta de límites claros y la ausencia de conversaciones abiertas sobre los riesgos del consumo de drogas y alcohol también son preocupaciones importantes. Cuando los cuidadores no establecen expectativas claras con respecto al comportamiento de sus hijos y no los educan sobre los peligros de estas sustancias, los niños y jóvenes pueden estar menos preparados para resistir la presión de sus compañeros y podrían tomar decisiones que dañen su salud.

Además, la falta de tiempo y atención por parte de padres y madres puede contribuir a la sensación de soledad y desconexión emocional en niños, lo que los hace más susceptibles a la influencia de grupos que promueven el consumo de drogas y alcohol como una forma de llenar ese vacío emocional.

Para abordar este desafío, es fundamental que los padres y madres reconozcan la importancia de su papel en la vida de sus hijos y se comprometan activamente a brindarles el apoyo y la orientación que necesitan. Esto incluye establecer límites claros y comunicarse abierta y honestamente sobre temas relacionados con el consumo de drogas y alcohol.

Según las encuestas realizadas por Sociedad Educadora a través de nuestro Taller Momento de Decisión en más de 115 escuelas primarias y secundarias de Sinaloa, los alumnos participantes solicitan que llevemos información sobre la prevención de adicciones a sus padres. Están convencidos de que sus familias necesitan conocimiento para ser y seguir siendo auténticos factores de protección.

“Queremos que nuestros papás y mamás también estén informados sobre los temas de prevención de drogas. Es importante que también ellos y ellas reciban el Taller Momento de Decisión”.

-Acciones sugeridas para prevenir adicciones por las y los alumnos participantes del Taller

Las instituciones educativas también pueden desempeñar un papel clave al proporcionar recursos y apoyo a las familias, incluyendo programas de educación parental y servicios de consejería familiar. Al trabajar juntos, padres, madres y educadores pueden crear un entorno de apoyo que fortalezca la resiliencia de niñas, niños y jóvenes y los proteja de las influencias negativas del consumo de drogas y alcohol.

Referencias

García, E., Benítez, M., & Ramos, C. (2018). Importancia de la atención, el cuidado y la orientación de los padres en el consumo de drogas y alcohol de los hijos. Revista de Estudios de Género: La ventana, 19(50), 254-283. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/727/72711818008.pdf

Protege a niñas y niños de las drogas: prevención de intoxicaciones accidentales.

Por Sociedad Educadora 

En el frágil universo de la niñez, los peligros pueden ocultarse en los lugares más inesperados. Uno de estos riesgos es la intoxicación accidental por consumo de drogas en bebés y niños.

A menudo, estas situaciones son el resultado de la negligencia de los cuidadores y la falta de conciencia sobre los peligros que acechan en los entornos cotidianos.

En 2023, al menos 7 menores de edad fueron atendidos en instituciones de Salud de Sinaloa, como el Hospital Pediátrico, por intoxicaciones agudas por consumo de sustancias. Uno de ellos murió, de acuerdo con reportes periodísticos, entre ellos, TV Azteca Noticias.  

De acuerdo con el director del Hospital Pediátrico de Sinaloa, Carlos Mijail Arredondo, al menos cuatro niños fueron ingresados a esa unidad médica por consumo de fentanilo. Pero además de esta droga sintética, una decena de menores más han llegado al hospital luego de ingerir accidentalmente “cristal”, como también se le conoce a la metanfetamina. Otros han sido atendidos por consumir cocaína o marihuana.

¿Accidentes o descuido parental? ¿Cómo prevenir?

Estos casos no son simplemente tragedias individuales, son reflejo de una brecha en la conciencia colectiva sobre la responsabilidad parental y comunitaria. La prevención debe ser una prioridad en todos los niveles de la sociedad, comenzando por la educación y concientización de los cuidadores sobre los peligros asociados al consumo de drogas en el hogar.

Es esencial que madres, padres o tutores estén plenamente informados sobre los riesgos asociados con el acceso no supervisado a sustancias psicoactivas.

La educación y la concienciación son herramientas vitales para prevenir tragedias de este tipo. Los envases de medicamentos deben mantenerse fuera del alcance de los niños, preferiblemente en armarios cerrados con llave y las drogas ilícitas deben ser eliminadas de manera segura y adecuada.

La prevención de intoxicaciones accidentales por consumo de drogas en bebés y niños menores requiere un enfoque multidimensional que involucre a la comunidad en su conjunto. La colaboración entre profesionales de la salud, educadores y líderes comunitarios es crucial para implementar medidas efectivas de prevención y concientización.

En última instancia, proteger la inocencia y la seguridad de los niños pequeños es una responsabilidad compartida. Solo a través de un esfuerzo concertado y un compromiso colectivo podemos mitigar los riesgos y crear un entorno seguro y protector para las generaciones futuras.

¿Cómo puedo evitar el consumo de drogas en mi familia?

Por Sociedad Educadora 

En la actualidad circula una intensa oferta de drogas entre los jóvenes, por lo que la prevención de adicciones es una misión imperativa para la sociedad, sin embargo, como papá y mamá, ¿qué podemos hacer?

Con el firme propósito de contribuir en este desafío, Sociedad Educadora creó el Taller Momento de Decisión, una solución integral diseñada para capacitar a las personas a enfrentar con éxito este riesgo. 

Nuestra propuesta: Un enfoque integral

El Taller Momento de Decisión es una experiencia interactiva y educativa dirigida tanto a padres y madres, como a profesionales de empresas y escuelas.

A través de un enfoque práctico y participativo, ofrecemos:

Información esencial: Actualizamos recursos informativos sobre el consumo de drogas, sus riesgos y consecuencias, y estrategias para prevenir su inicio.

Dinámicas reflexivas: Exploramos los factores de riesgo y promovemos la reflexión sobre cómo intervenir efectivamente.

Herramientas de comunicación: Destacamos la importancia de la comunicación asertiva y brindamos herramientas prácticas para mejorar la comunicación con adolescentes y jóvenes.

Trabajo en equipo: Fomentamos la colaboración entre padres, madres, profesionales y docentes para crear un ambiente de apoyo en la prevención de adicciones.

¿Por qué elegir nuestro taller?

Enfoque personalizado: Adaptamos nuestro programa a las necesidades específicas de cada empresa o institución educativa.

Experiencia y profesionalismo: Nuestro equipo cuenta con amplia experiencia en prevención de adicciones, garantizando la calidad y efectividad de nuestras intervenciones.

Resultados demostrados: Avalado por estudios y testimonios, nuestro taller ha demostrado su impacto positivo en la promoción de estilos de vida saludables y prevención del consumo de drogas entre los niñas, niños y jóvenes.

Un compromiso colectivo

En Sociedad Educadora, estamos comprometidos en brindar herramientas efectivas para la prevención de adicciones. Creemos en el poder de la educación y la comunicación para promover un futuro más saludable y libre de drogas. ¡Únete en esta importante misión de cuidar y proteger a nuestras generaciones futuras!

 ¿Te interesa nuestro Taller?

Si deseas implementar nuestro Taller Momento de Decisión en tu empresa o institución educativa, contáctanos al correo admin@sociedadeducadora.org o comunícate al 667 712 2304.

Estamos aquí para brindarte el apoyo y los recursos que necesitas para promover un entorno más seguro y saludable.

Juntas y juntos, podemos marcar la diferencia en la prevención de adicciones y el bienestar de nuestras comunidades.

¡Actúa ahora y haz la diferencia!

Abuso de alcohol en Semana Santa: Cuidemos de nosotros y de nuestras niñas y niños

Por Sociedad Educadora 

La Semana Santa es un tiempo de reflexión, recogimiento y, para muchos, de descanso y celebración. Sin embargo, en ocasiones, estas festividades pueden tornarse trágicas debido al consumo irresponsable de alcohol.

Según la Secretaría de Seguridad Pública, en Sinaloa hubo 35 accidentes viales que arrebataron 23 vidas en 2023, muchos de los cuales se relacionaron con el consumo de alcohol. Es un llamado urgente a la responsabilidad: conducir en sobriedad es un acto de cuidado personal y de protección hacia los demás.

El consumo de alcohol durante las celebraciones puede tener consecuencias devastadoras, especialmente cuando se trata de la seguridad en la vía pública. Un momento de distracción o un juicio alterado pueden desencadenar accidentes con resultados irreversibles.

Pero el peligro no sólo acecha en las carreteras durante esta temporada. El consumo excesivo de alcohol en entornos festivos puede exponer a los más vulnerables: nuestros niños y niñas.

Muchas veces, en medio de la celebración, los adultos no son conscientes del impacto que su comportamiento puede tener en los más pequeños. La exposición a situaciones de intoxicación puede generar confusión, miedo y ansiedad en los niños, además de aumentar su vulnerabilidad ante posibles accidentes.

Es fundamental proteger a los niños y niñas de este tipo de entornos. Esto implica no sólo moderar el consumo de alcohol frente a ellos, sino también educar sobre los riesgos asociados al consumo irresponsable.

Debemos ser ejemplos de comportamiento responsable y enseñarles desde temprana edad la importancia de cuidar de sí mismos y de los demás.

En esta Semana Santa, hagamos un compromiso colectivo: optemos por celebrar de manera responsable. Disfrutemos de las festividades con moderación y sobriedad, priorizando la seguridad y el bienestar de todas y todos. Tomemos conciencia de que nuestras acciones nos afectan a nosotros mismos y también a quienes nos rodean, especialmente a los más pequeños. ¡Semana Santa sin tragos ni tragedias es posible si actuamos con responsabilidad y empatía!

 

Las adicciones también se adquieren en el entorno familiar

Por Sociedad Educadora 

El abuso de sustancias adictivas es uno de los mayores desafíos de salud en México. Este problema va más allá de los efectos físicos, psicológicos y emocionales que experimentan las y los consumidores, ya que también afecta profundamente a su entorno cercano, como sus familias, amigos y la sociedad en su conjunto. 

Por lo tanto, abordar este problema de manera efectiva no sólo implica la atención a quienes consumen drogas, sino también la implementación de políticas y programas integrales que aborden las raíces profundas de esta problemática y promuevan el bienestar general de la sociedad mexicana.

¿Sabías que el consumo adolescente de alcohol podría empezar en tu familia?

Según cifras de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, (ENCODAT 2016-2017), el 39.8% de las y los adolescentes ha probado alguna vez alcohol. Es decir, prácticamente 4 de cada 10.

El consumo excesivo y casi obligatorio de alcohol en reuniones familiares, o en periodos de vacaciones, es una práctica común de la sociedad sinaloense; lo que ha resultado en una aceptación más amplia de su consumo, incluso, como muestra la ENCODAT, entre jóvenes que comienzan a beber a edades cada vez más tempranas.

La familia juega un papel fundamental como un factor protector frente al consumo de drogas, pero también puede convertirse en un ambiente de riesgo en situaciones adversas. 

Como adultos, padres, madres o cuidadores de familia, es importante mantenernos alertas y tomar medidas preventivas para garantizar que nuestro entorno familiar sea siempre seguro y favorable para todos sus miembros.

Hacemos un llamado a las familias no solo sinaloenses, sino en general, a valorar que el entorno importa.

Esto engloba estar al pendiente de las dinámicas familiares, tener una comunicación abierta y asertiva, apoyo, así como buscar ayuda profesional si es necesario para abordar cualquier situación de riesgo de manera efectiva y proteger la salud y el bienestar de todos los miembros de la familia.

Por último, invitamos a reflexionar acerca de nuestras acciones y ser responsables de ellas, ya que la familia al considerarse una parte fundamental en la prevención del consumo de las drogas, si no existe la atención y precaución por parte de los adultos encargados, puede convertirse en un entorno de riesgo en cualquier momento.

Trazando la libertad: Superando la vergüenza y las barreras de género en el tratamiento de adicciones para mujeres

Por Sociedad Educadora 

El análisis sobre la vergüenza como un mecanismo de control dentro del sistema patriarcal es relevante en el contexto de los estudios feministas y de género. La idea de que a las mujeres se les permite cierta libertad dentro de los límites establecidos por las normas de la sociedad patriarcal refleja cómo las expectativas de género pueden restringir la autonomía y la expresión individual de las mujeres.

«La vergüenza es un estado de angustia público» (Giddens, 2000, p.87), resalta cómo la vergüenza no es simplemente un sentimiento individual, sino que también tiene dimensiones sociales y públicas. La vergüenza pública puede ser una poderosa herramienta de control social, ya que implica la desaprobación de la comunidad o sociedad en general.

El estigma y discriminación que sufren aquellas mujeres que padecen algún trastorno relacionado al consumo de drogas, hace que no se acerquen a pedir la ayuda que necesitan. La presión social es más fuerte sobre las mujeres que sobre los hombres en cuanto a las expectativas sociales y mandatos de género. Para nosotras, el consumo de sustancias está más penalizado y sancionado socialmente.

“Las mujeres se enfrentan a distintos obstáculos a la hora de acceder a los servicios de tratamiento del consumo de drogas: en 2021, el 45% de las personas que habían consumido estimulantes de tipo anfetamínico en el último año eran mujeres, pero solo el 27% de las personas que recibieron tratamiento son mujeres”, describe la UNODC.

El uso de sustancias psicoactivas tiene muchas dimensiones y en el caso de las mujeres, la información disponible es mucho menor que la de los hombres y sin información no es posible generar políticas públicas que abonen a la prevención de consumo de drogas basada en evidencia y con perspectiva de género. 

En el marco de la cooperación regional, la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) actualizó la Estrategia Hemisférica sobre Drogas en 2020. De esta forma, se sujeta a los países miembros —entre ellos, México— a desarrollar una política de drogas bajo los enfoques de salud pública y de seguridad. Dicha política también debe reconocer las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad: mujeres, niñas, niños y adolescentes.

La inclusión de la perspectiva de género es un aspecto crítico para avanzar en la efectividad de los programas de prevención y constituye un criterio de calidad básico exigible a cualquier programa destinado a prevenir el consumo de drogas.

Trazando los rumbos del consumo femenino de drogas: explorando nuevos paradigmas de género

Por Sociedad Educadora 

El uso de drogas ha sido visto históricamente como un tema dominado por los hombres, pero los datos recientes muestran que, en algunos países, las mujeres están usando ciertas drogas a igual nivel o en mayor proporción que los hombres.

El tipo de sustancias consumidas, su frecuencia y los espacios y formas de uso están fuertemente condicionados por el género. El modelo tradicional de roles de género hizo que durante décadas el consumo de drogas fuera considerado una conducta exclusivamente masculina, lo que sirvió como factor de protección para que las mujeres tuvieran un contacto muy limitado con estas sustancias. Sin embargo, la incorporación de las mujeres a distintos ámbitos de la vida social forzó un cambio hacia unas relaciones de género más igualitarias, que propició que las mujeres asumieran comportamientos hasta no hace mucho considerados como propios de los hombres. Este nuevo modelo de roles de género ha provocado un importante incremento de los consumos de drogas por parte de las mujeres en las últimas décadas, que paradójicamente ha sido presentado como una conquista social de las mujeres y una expresión de su independencia y autonomía personal, pese a ser uno de los principales determinantes de la enfermedad y la salud de las mujeres (Sánchez, L. 2009).

El Informe Mundial sobre Drogas, publicado en 2023 por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito conocida como UNODC (por sus siglas en inglés), estima que, en 2021, 36 millones de personas consumieron anfetaminas y 22 millones consumieron cocaína; la proporción de consumo de estimulantes tipo anfetamínico (el 45% de los usuarios fueron mujeres) y el uso no médico de productos farmacéuticos (entre 45% y 49%) es mayor en las mujeres. En contraste, la cocaína y los opiáceos tienden a ser más usados por los hombres.

En un estudio cualitativo realizado por Fundación Sociedad Educadora de Sinaloa A.C., donde se entrevistó a un total de 15 mujeres internas en 3 centros de rehabilitación se encontró como hallazgo, que, a diferencia de los hombres, -cuya primera sustancia de consumo suele ser el alcohol o tabaco-, la metanfetamina (cristal), es la droga de mayor prevalencia como droga de inicio en el grupo de mujeres entrevistadas para este estudio.

En el grupo de mujeres entrevistadas de este mismo estudio, señalan que su primer consumo fue acompañado por un/a integrante de su familia. De tal manera que, el 40% de las participantes en este diagnóstico relató haber iniciado su consumo acompañada de su papá, o un tío, o un primo, la hermana, o bien la prima, otras más fueron las amistades quienes hicieron el acompañamiento el 30%, pareja el 20% y un caso forzado por desconocidos.

La proporción de consumo de estimulantes tipo anfetamínico y el uso no médico de productos farmacéuticos es mayor en las mujeres, según Informe Mundial de la ONU.

De acuerdo al estudio realizado por Fundación Sociedad Educadora de Sinaloa A.C. podemos inferir lo siguiente: las mujeres pueden enfrentar presiones sociales y culturales únicas que pueden influir en su comportamiento, incluido el consumo de sustancias. Esto puede incluir expectativas de rendimiento académico o laboral, incluso presiones para mantener un cierto peso o apariencia física, las mujeres a menudo enfrentan estándares poco realistas de belleza y perfección que pueden afectar su autoimagen y autoestima. El uso de estimulantes puede estar relacionado con intentos de controlar el peso o mejorar el rendimiento físico para cumplir con estos estándares.

 Las diferencias biológicas, hormonales, psicológicas y sociales pueden influir en la rapidez con la que las mujeres desarrollan dependencia de sustancias psicoactivas en comparación con los hombres. Existe evidencia de que las mujeres a menudo reciben diagnósticos y tratamientos diferentes en comparación con los hombres para problemas de salud similares, esto podría influir en la prescripción de estimulantes y otros medicamentos que podrían ser utilizados fuera de indicaciones médicas. Además, las mujeres pueden tener un acceso más fácil a productos farmacéuticos debido a que son más propensas a buscar ayuda médica para problemas de salud, incluidos el estrés, la fatiga y otros síntomas que podrían llevar al uso de estimulantes.

Otro factor son las dinámicas de poder y género en las relaciones, ya que pueden desempeñar un papel importante en el uso de sustancias. La presión social, la influencia de la pareja o familiares, así como las relaciones abusivas o coercitivas, pueden contribuir a que una mujer comience a consumir drogas.

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El consumo de drogas y la brecha de género

Por Sociedad Educadora 

La noción de género sirve como un marco explicativo fundamental para comprender las disparidades socioculturales arraigadas entre los sexos masculino y femenino, fundamentadas en sus diferencias biológicas. A partir de esta distinción, se desarrollan y perpetúan una serie de expectativas y convenciones sociales conocidas como roles y estereotipos de género. Estos conjuntos de creencias delinean lo que se considera apropiado o esperado para mujeres y hombres dentro de nuestra estructura social.

Autoras como Zamora enfatizan la importancia de comprender estos roles y estereotipos de género, ya que representan más que simples constructos sociales; son fuerzas que moldean las experiencias individuales y colectivas, influyendo en la manera en que las personas se perciben a sí mismas y son percibidas por los demás. Zamora argumenta que esta comprensión es esencial porque estos roles y estereotipos no solo pueden limitar las oportunidades y opciones de las personas, sino que también pueden resultar en la marginación y el rechazo social, llevando al aislamiento y al ocultamiento de ciertos comportamientos, un ejemplo: el consumo de drogas. (Zamora, 2019, p33).

El género es un factor condicionante para el uso y abuso de sustancias, entendiendo los patrones de comportamiento que llevará a las mujeres a consumir. El abuso de las drogas es un problema que repercute de manera diferente en la vida y la salud de las mujeres. Una gran parte de ellas han sido educadas para dedicarse a otras personas, relegando sus propias necesidades.

La brecha de género en el consumo de drogas y la atención de adicciones es un tema importante que refleja las complejas dinámicas socioculturales que influyen en los comportamientos relacionados con las drogas y la salud mental. Aunque las tasas de consumo de drogas suelen ser más altas entre los hombres que entre las mujeres, las experiencias de adicción y el acceso a la atención y tratamiento pueden diferir significativamente según el género.

En muchos contextos, los estereotipos de género y las expectativas sociales pueden influir en los patrones de consumo de drogas. Por ejemplo, los hombres a menudo enfrentan presiones sociales para demostrar masculinidad a través de comportamientos de riesgo, como el consumo excesivo de alcohol o el uso de drogas recreativas. Esto puede llevar a tasas más altas de consumo de sustancias entre los hombres en comparación con las mujeres.

«En muchos países, las mujeres tienden a consumir menos alcohol que los hombres. Sin embargo, las brechas de género en el consumo de alcohol se están reduciendo en algunas regiones. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 32% de las mujeres en todo el mundo consumen alcohol, en comparación con el 48% de los hombres». (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2022).

A diferencia del género masculino, las mujeres pueden experimentar barreras únicas en relación con el consumo de drogas y la búsqueda de tratamiento. Por un lado, las expectativas de género pueden desalentar a las mujeres de buscar ayuda para problemas de adicción, ya que el estigma social asociado con el consumo de drogas puede ser aún más pronunciado para ellas. Además, las mujeres pueden enfrentar obstáculos adicionales debido a roles de género tradicionales que las asignan como principales cuidadoras de la familia, lo que dificulta dedicar tiempo y recursos a buscar tratamiento para la adicción.

La brecha de género también se refleja en la forma en que se aborda la adicción en la atención médica y en los programas de tratamiento. Las investigaciones sugieren que las mujeres pueden enfrentar desafíos específicos en el acceso a servicios de tratamiento adecuados, como la falta de programas diseñados específicamente para abordar sus necesidades y experiencias únicas.

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El papel fundamental de la familia en la prevención de adicciones: explorando los factores de protección.

Por Sociedad Educadora 

La familia, considerada como la célula fundamental de la sociedad, desempeña un papel crucial en la formación y el desarrollo de las personas. Dentro de este contexto, es esencial abordar el tema de la prevención de adicciones y cómo los lazos familiares actúan como factores de protección.

Construyendo Cimientos Sólidos: La importancia de la comunicación

La comunicación efectiva dentro de la familia es un pilar fundamental para prevenir conductas de riesgo como el consumo de drogas entre sus miembros. Un entorno donde se fomenta el diálogo abierto y respetuoso nos permite sentirnos escuchadas y escuchados. La expresión de emociones y pensamientos sin temor al juicio contribuye a la construcción de relaciones sólidas, reduciendo la probabilidad de que los miembros busquen apoyo fuera del núcleo familiar.

Vínculos afectivos y apoyo emocional: barreras contra las adicciones

La presencia de vínculos afectivos sólidos en el seno familiar actúa como una barrera natural contra las adicciones. El apoyo emocional y el sentimiento de pertenencia son elementos que fortalecen la autoestima y la resiliencia de las personas, haciéndolas menos propensas a caer en comportamientos perjudiciales. La familia, al ser un refugio de amor y apoyo, se convierte en un escudo protector frente a las adversidades externas.

Valores y normas familiares: guiando el camino hacia decisiones saludables

Los valores y normas transmitidos dentro de la familia juegan un papel esencial en la formación del carácter de sus miembros. Establecer pautas claras y promover valores como la responsabilidad, la empatía y el respeto hacia uno mismo y los demás, orienta a las personas hacia la toma de decisiones saludables. Cuando estos principios se arraigan en la estructura familiar, se convierten en faros que guían a los miembros a lo largo de su vida, alejándolos de conductas riesgosas.

Tiempo de Calidad: Una inversión indispensable

La calidad del tiempo que la familia comparte es una inversión invaluable en la prevención de consumo de drogas. La participación activa en las actividades cotidianas, el ocio compartido y el acompañamiento en los desafíos individuales fortalecen los lazos familiares. Estas experiencias positivas crean memorias significativas y fomentan un sentido de pertenencia que actúa como un contrapeso ante las influencias negativas externas.

Conclusiones: El compromiso familiar en la prevención

En resumen, la familia desempeña un rol insustituible en la prevención de conductas de riesgo a través de factores de protección como la comunicación efectiva, los vínculos afectivos, la transmisión de valores y normas, y la inversión de tiempo de calidad. Reconocer y fortalecer estos elementos dentro de la familia no solo contribuye al bienestar de sus miembros, sino que también construye cimientos sólidos para una sociedad más resiliente y saludable. La prevención comienza en casa, y es responsabilidad de cada familia asumir este compromiso con el futuro de sus seres queridos.

La familia, el mejor equipo para “cantar el último out” a las adicciones

Sociedad Educadora y Tomateros promueven en el estadio campaña para prevenir el consumo de sustancias en jóvenes
 
Por Sociedad Educadora 
Las drogas lícitas e ilícitas son cada vez más accesibles en el mundo. Algunos opioides sintéticos, como el fentanilo, pueden provocar la muerte desde el primer consumo. Para vencer a este peligroso adversario es importante entrenar y fortalecer al mejor equipo que tenemos: la familia.
 
Sociedad Educadora y Tomateros de Culiacán crearon una alianza que convoca a los padres de familia a empoderarse para prevenir el consumo de sustancias en sus hijas e hijos, convirtiendo su hogar en un espacio seguro que se preocupa y ocupa por la situación socioemocional.
 

Irving Salazar, director general de Sociedad Educadora, indica que esta campaña conjunta con Tomateros de Culiacán surge a partir del Diagnóstico de Adicciones en Sinaloa, que integra entrevistas con personas que padecen alguna adicción.

La gran mayoría destaca que el consumo de sustancias se detonó en ellos mientras atravesaba alguna situación socioemocional complicada y que desearían haber recibido orientación a edad temprana.
 
“Con esta investigación encontramos que algo que se presenta en ellos es el abandono de la familia, por ello experimentan sensaciones de soledad, de no tener a nadie que los escuche y acompañe; sienten que no valen nada, que nadie los escuchó, que no había muestras de afecto, solo regaños”, indica.
 
La familia puede ser factor de riesgo o de protección

La familia, añade Salazar Gaxiola, puede llegar a ser el factor de riesgo más grave, o bien, puede ser el factor de protección más importante para las y los niños, adolescentes y jóvenes.

“La familia es un equipo que debe atender a los integrantes para que logren la mejor versión de sí mismos. Regañar sin motivar a que sean más propositivos generará que la persona se frustre y ya no quiera jugar, que ya no quiera hablar, pues le estás diciendo que es malo, que no sirve”, describe.

“Si en cambio, le enseñas a batear, a pichar, y cómo cachar, notarás cada vez más diferencias positivas, más motivación, y obviamente los resultados serán muy diferentes y mucho más propositivos. En un equipo a todos nos conviene que a todos les vaya bien y hagan lo que les corresponde. De esta manera seguramente el equipo dará un ‘out 27’ a las adicciones”.


Padres y madres, la autoridad

Este equipo implica que se respeten los roles de cada integrante. Los padres y madres son la autoridad, y por ello, la que orienta con el ejemplo.

“En muchas ocasiones es la familia la que inicia el consumo de una sustancia. Es muy común que la familia normalice el consumo de alcohol en menores y no sean conscientes de los riesgos que esto pueda implicar”, expone Salazar Gaxiola.

“En una fiesta de un niño o niña de un año, la familia celebra con alcohol. El niño comienza a ver que, para festejar debe haber alcohol. Algunos hasta les dan pequeños sorbos a los niños, esto tiene severas repercusiones en las y los niños”.

Sin embargo, explica que, mientras más joven es el consumidor, mayor será el impacto negativo a la salud.

“Una probadita de alcohol, un pequeño sorbo; o una pequeña inhalación de tabaco pueden repercutir seriamente en el organismo en crecimiento de un niño o niña”.

 

Familia Guinda: Por un Culiacán sano

Porque todos y todas queremos un Culiacán Sano, la alianza Familia Guinda entre Sociedad Educadora y Tomateros busca normalizar el rechazo a las drogas, que el problema sea atendido en familia, es decir, no avergonzarse ni esconderlo.

Por medio de mensajes en la pantalla interna como en exteriores, con activaciones y mensajes de beisbolistas en redes sociales, se pretende que la familia, como equipo, se una y busque atención médica de las adicciones, y acuda a los servicios de psicología, psiquiatría y de salud socioemocional. Se trata de revertir la normalización actual del consumo de drogas legales e ilegales.

 

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 Acerca del Diagnóstico de Adicciones en Sinaloa, de Sociedad Educadora.

1 de cada 5 personas entrevistadas, que padecen alguna adicción, dijo haber tenido cuadros de depresión.

65% inició a los 18 años o antes.

Solo 2 de cada 10 personas han recibido ayuda profesional.