Si bien las maestras y maestros son quienes enseñan en la escuela, también son un escudo de protección y acompañamiento emocional de los estudiantes. Pero en tiempos violentos, como los actuales, ¿quién acompaña a los docentes?
En las últimas semanas, Culiacán ha estado inmerso en un ambiente de violencia e incertidumbre. Esta situación ha impactado profundamente a la sociedad, creando estrés, ansiedad y miedo, tanto en adultos como en niños, niñas y adolescentes.
Como parte de esta sociedad, nuestras maestras y maestros también son afectados, ya que enfrentan sus propios temores y preocupaciones.
¿Cómo se puede mantener la calma y brindar apoyo emocional a los alumnos cuando ellos mismos está atravesando una situación de estrés? La autorregulación se convierte en una herramienta clave para poder actuar de manera efectiva y ser un refugio seguro en el aula.
¿Qué es la autorregulación y cómo puede ayudar en el aula?
La autorregulación es la capacidad de identificar, comprender y gestionar nuestras propias emociones y reacciones ante situaciones de estrés o ansiedad. Para los docentes, aprender a autorregularse es vital no sólo para su bienestar personal, sino para mantener un ambiente positivo y estable en el aula.
Estrategias de autorregulación para docentes
- Reconocer las emociones: es importante que los docentes se permitan sentir miedo o preocupación. Identificar las emociones es el primer paso para gestionarlas.
- Respiración consciente: practicar ejercicios de respiración profunda puede ayudar a calmar el sistema nervioso en momentos de crisis.
- Pausa reflexiva: tomarse un momento antes de reaccionar a situaciones difíciles ayuda a evitar decisiones impulsivas.
- Autocuidado: priorizar el autocuidado físico y emocional es crucial para estar en condiciones de brindar apoyo a los demás.
Manejo de crisis y ansiedad en el aula: un espacio seguro para los alumnos
En momentos de crisis, los niños y niñas también sufren el impacto emocional del entorno. Como docentes, es importante crear un ambiente seguro en el que las y los estudiantes se sientan protegidos y comprendidos.
Acciones concretas para gestionar la ansiedad de los estudiantes
- Validar emociones: permitir que los niños y niñas expresen sus miedos sin juzgarlos. Preguntas simples como “¿Cómo te sientes?” pueden abrir el espacio para la conversación.
- Rutinas estables: mantener una rutina diaria en el aula proporciona una sensación de normalidad y control en un entorno incierto.
- Técnicas de relajación: introducir técnicas como la respiración profunda o ejercicios de atención plena (mindfulness) puede ayudar a los alumnos a manejar su ansiedad.
- Hablar con honestidad y calma: explicar la situación de manera adecuada a la edad y tranquilizar a los alumnos sin generar pánico. Los niños necesitan sentir que los adultos tienen el control de la situación.
El rol de las escuelas: un refugio en tiempos difíciles
Más allá del aula, la escuela se convierte en un espacio de protección emocional para los estudiantes. Los directores y personal administrativo también juegan un papel crucial en garantizar que tanto los maestros como los alumnos reciban el apoyo necesario.
Acciones que las escuelas pueden tomar
- Capacitación en manejo emocional: ofrecer talleres y capacitaciones para que los docentes desarrollen habilidades de manejo emocional y crisis.
- Red de apoyo: establecer canales de comunicación abiertos entre docentes, directores y padres de familia para compartir inquietudes y estrategias de afrontamiento.
- Acceso a recursos psicológicos: proporcionar apoyo psicológico en la escuela para aquellos alumnos y maestros que lo necesiten.
Un llamado a cuidar de nosotros mismos para cuidar de los demás
En tiempos de violencia e incertidumbre, las y los docentes se enfrentan al desafío de ser un pilar de apoyo emocional para su alumnado mientras cuidan de sí mismos.
La autorregulación, el manejo de crisis y la creación de un ambiente seguro en el aula son herramientas esenciales para sobrellevar estas situaciones.
En Sociedad Educadora reiteramos nuestro compromiso de seguir brindando recursos y talleres de cuidado socioemocional que fortalezcan tanto a los docentes como a los alumnos en estos momentos difíciles.