Por Nilzy Angulo
La labor para prevenir el consumo ha de realizarse a edades tempranas, antes de la secundaria y continuando hasta la preparatoria.
La intención de consumo de drogas se refiere a la inclinación de una persona hacia el consumo de sustancias psicoactivas. Representa la intención deliberada de buscar, adquirir y probar drogas, ya sea por curiosidad, búsqueda de placer, presión social u otros motivos.
La intención de consumo de drogas puede ser influenciada por diversos factores, como el entorno social, la disponibilidad de las drogas, la educación, la percepción de riesgo y beneficios asociados al consumo, la historia personal y la vulnerabilidad individual. Estos factores pueden interactuar de manera compleja, dando lugar a diferentes niveles de intención de consumo en cada individuo.
Según datos del Diagnóstico de Adicciones en Sinaloa, elaborado por Sociedad Educadora en 2021, uno de los grandes hallazgos fue encontrarnos con que el 56% de los sinaloenses entrevistados que presentaban una adicción, decidieron consumir una droga por primera vez solo por curiosidad, argumentando que ellos mismos compraron o pidieron a un amigo que les diera a probar alguna sustancia, principalmente el alcohol como droga de inicio a la adicción.
Actualmente, la edad de mayor consumo de drogas en Sinaloa es de los 18 a 29 años; tenemos adultos con una adicción que nos cuentan cómo desde los 10 años ya estaban probando su primera droga: por saber qué se siente, curiosidad, presión social o depresión y que el proceso de dejar de usar drogas ha sido casi imposible pues la adicción es más fuerte que su voluntad.
Los mismos entrevistados expresaron nunca haber recibido algún tipo de ayuda y ven muy probable el hecho de que, de haber recibido algún tipo de apoyo socioemocional en su infancia habría evitado que consumieran drogas.
La detección temprana de problemas vinculados con el consumo de drogas, ya sea en niñas, niños o adolescentes que estén en riesgo potencial, es una acción primordial para prevenir de manera eficiente el consumo y evitarlo.
La labor para prevenir el consumo ha de realizarse a edades tempranas, antes de la secundaria y continuando hasta la preparatoria, partiendo de la edad en que los entrevistados refieren que empezaron a consumir.