El rezago educativo: un reto para la prevención de adicciones

 

El rezago educativo en niñas y niños en edad escolar va más allá de una simple carencia académica; en Sociedad Educadora, estamos alarmados ante los riesgos sociales y emocionales que conlleva. Nuestro modelo de intervención, enfocado en la prevención de adicciones, busca no solo capacitar, sino también comprender los contextos de vulnerabilidad que enfrentan las y los menores. Sin embargo, hemos constatado que la falta de habilidades de lectura y comprensión, junto con dificultades en el lenguaje, coloca a estos niños y niñas en una posición de riesgo, dificultando su capacidad para tomar decisiones informadas y pedir ayuda cuando la necesitan.

Evaluando las áreas de riesgo: encuestas diagnósticas

En Sociedad Educadora, antes de implementar nuestros talleres de prevención de adicciones en escuelas, aplicamos encuestas confidenciales y orientadas a medir el desarrollo en cuatro áreas fundamentales: personal, familiar, escolar y sociocultural. Estas encuestas, realizadas de manera estadística y guiada, nos brindan un panorama integral sobre si los niños y niñas viven en contextos que puedan acercarlos al consumo de drogas.

Desde 2022, estas encuestas se aplican a estudiantes de sexto de primaria y de los primeros dos grados de secundaria, con edades entre 10 y 12 años. Nuestras preventoras orientan a las y  los estudiantes en el proceso, asegurándose de que comprendan el objetivo de las preguntas y alentándolos a responder con sinceridad, bajo la certeza de que su información será confidencial y estará protegida.

Rezago en comprensión lectora: una barrera para el bienestar y la prevención

A lo largo de dos años aplicando estas encuestas, hemos identificado una problemática alarmante: niñas y niños presentan grandes dificultades para leer y comprender los textos que deberían manejar de acuerdo a su nivel escolar. La falta de comprensión lectora y el desconocimiento de palabras de uso cotidiano revelan un rezago educativo que impacta su capacidad para expresar necesidades, sentimientos y pedir ayuda.

Este rezago no es solo académico; también afecta su desarrollo social y emocional. Al no entender palabras comunes o conceptos básicos, los niños y niñas se encuentran en una situación de vulnerabilidad que limita su habilidad para comunicar sus emociones y buscar apoyo cuando lo requieren. Esta falta de herramientas de comunicación eleva el riesgo de que tomen decisiones poco informadas, lo que podría conducirlos hacia conductas de riesgo, incluyendo el consumo de drogas.

Factores que perpetúan el rezago: impacto de la educación virtual y la situación actual en Sinaloa

La situación educativa de estos niños y niñas está marcada por las secuelas de la pandemia de COVID-19. Durante casi dos años, intentaron aprender habilidades fundamentales como la lectura, la escritura y operaciones matemáticas básicas a través de la educación virtual. Esto generó un vacío en su desarrollo, sobre todo en aquellos que no tuvieron acceso constante a dispositivos electrónicos o conexión a internet, lo cual fue determinante para que lograran adaptarse al aprendizaje en línea.

Hoy, en Sinaloa, niñas y niños en edad escolar continúan experimentando los efectos de ese rezago académico. Las condiciones actuales, aunque diferentes a las de 2020, han mantenido y en algunos casos agudizado las dificultades para alcanzar el nivel educativo adecuado. Esto deja a los menores en una posición de mayor desventaja y vulnerabilidad, especialmente frente a decisiones críticas que podrían impactar su salud y bienestar.

Vulnerabilidad y ausencia de apoyo: la necesidad de un entorno escolar seguro y comprometido

Nuestras investigaciones en Sociedad Educadora muestran un dato preocupante: un 30% de los niños y niñas encuestados nos dicen no estar seguros de que sus docentes o directivos estén dispuestos a ayudarles si se sintieran mal emocionalmente. Esto no necesariamente significa que el personal de las escuelas no esté dispuesto a apoyar a su alumnado, sino que también puede reflejar la posibilidad de que los menores no sepan cómo pedir ayuda o expresar sus sentimientos de manera clara y asertiva. Esto subraya la necesidad de fortalecer tanto el vínculo entre docentes y alumnos como las habilidades de comunicación en los estudiantes, aspectos esenciales para crear un entorno escolar seguro y comprometido.

El rezago educativo: un reto para la prevención de adicciones

El rezago en la comprensión lectora y la capacidad de comunicación expone a niños y niñas a situaciones vulnerables, dificultando su acceso a recursos de apoyo y aumentando los factores de riesgo asociados al consumo de drogas. En Sociedad Educadora, creemos que es fundamental atender de manera integral el desarrollo académico, social y emocional de los estudiantes para prevenir adicciones y brindarles un futuro seguro y saludable. Necesitamos la colaboración de docentes, familias y autoridades para superar esta crisis y proporcionar a nuestros niños y niñas las herramientas que requieren para vivir una vida plena y libre de adicciones.

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