En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, reflexionamos sobre cómo la violencia de género y los traumas de abuso están profundamente ligados al consumo de sustancias, y sobre la urgencia de actuar desde la prevención y el apoyo integral.
Violencia de género: una herida que trasciende el tiempo
Cada 10 minutos, una mujer o niña es asesinada a manos de alguien cercano. Esta alarmante estadística proviene de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y pone de relieve la magnitud de la violencia de género, que no solo amenaza la vida física de las mujeres, sino que también tiene un impacto devastador en su salud mental y emocional. A nivel mundial, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual en algún momento de su vida, dejando cicatrices profundas, no solo en el cuerpo, sino en la mente y el corazón. Estas experiencias de abuso pueden desencadenar trastornos de ansiedad, depresión y, en muchos casos, el consumo de sustancias como un intento de lidiar con el trauma y el dolor no tratado.
En el estudio Identidad Femenina y Consumo de Drogas en Sinaloa: Un Diagnóstico Cualitativo con Perspectiva de Género (2023), realizado por Sociedad Educadora, entrevistamos a mujeres pacientes de centros de rehabilitación y descubrimos un hallazgo alarmante: todas las mujeres entrevistadas habían experimentado abuso o violación sexual durante su infancia. Estos eventos traumáticos marcaron profundamente sus vidas, afectando su bienestar emocional y llevándolas, en muchos casos, a recurrir al consumo de sustancias como una forma de lidiar con el dolor y la falta de apoyo.
Este hallazgo pone de manifiesto la necesidad de abordar las causas subyacentes del consumo de drogas en las mujeres, como los traumas vividos. Las drogas, especialmente la metanfetamina, se convierten en un mecanismo de escape frente a las heridas emocionales no tratadas y a los contextos de violencia persistente.
Metanfetamina: la droga que marca una diferencia alarmante
En nuestra investigación, encontramos que, entre las mujeres, la metanfetamina es la sustancia de inicio más común. Esta droga altamente adictiva tiene efectos devastadores en la salud física y mental, y su consumo está frecuentemente relacionado con la presión por controlar el peso o mejorar el rendimiento físico, influenciado por los estándares de belleza inalcanzables.
En Sociedad Educadora hemos identificado cómo estos factores, sumados a dinámicas de relaciones abusivas o coercitivas, refuerzan la vulnerabilidad de las mujeres hacia el consumo de metanfetamina. Este consumo, lejos de ser un acto aislado, es una respuesta desesperada a los traumas y a la violencia sufrida, lo que hace aún más urgente la necesidad de tratar estos problemas desde su raíz.
Relaciones abusivas y redes de apoyo limitadas: un círculo vicioso
Las mujeres enfrentan barreras específicas que dificultan su recuperación y potencian su dependencia a las sustancias. Entre las principales dificultades se encuentran:
- Entornos de primer consumo: un 40% de las mujeres entrevistadas iniciaron el consumo en un contexto familiar, un 30% bajo la influencia de amistades y un 20% por presión de sus parejas. Esto demuestra la influencia significativa de su entorno cercano en las decisiones relacionadas con el consumo de sustancias.
- Redes de apoyo restringidas: a diferencia de los hombres, que suelen contar con más refugios familiares y redes de apoyo, las mujeres, especialmente aquellas que son madres, se ven atrapadas por sus responsabilidades domésticas y parentales, lo que limita su acceso a servicios especializados.
- Dinamismo hormonal: factores biológicos como los estrógenos juegan un papel crucial en el desarrollo de adicciones. Estos factores afectan la forma en que las mujeres responden a las drogas, haciendo que desarrollen adicciones más rápidamente y enfrenten mayores dificultades para mantener la abstinencia.
Violencia digital: un nuevo frente de lucha
Con la creciente presencia de las tecnologías digitales, las mujeres también se enfrentan a nuevas formas de violencia, como el ciberacoso, las amenazas y la explotación digital. Aunque estas agresiones ocurren en el espacio virtual, sus efectos son muy reales, y pueden fomentar el aislamiento social, la ansiedad y un mayor riesgo de recurrir a sustancias como una forma de lidiar con el estrés y la inseguridad.
Construyendo soluciones: prevenir la violencia es prevenir las adicciones
Para romper este ciclo de violencia y adicción, es esencial una intervención integral que considere tanto los traumas pasados como las necesidades actuales de las mujeres. Algunas de las acciones clave que proponemos incluyen:
- Sanar los traumas del pasado: incluir atención psicológica especializada para mujeres que han enfrentado abuso o violencia. La terapia de trauma es fundamental para ayudar a las mujeres a sanar y superar el ciclo de dependencia.
- Eliminar el estigma: garantizar espacios seguros y accesibles para que las mujeres puedan buscar ayuda sin miedo al juicio social. Las mujeres deben sentirse apoyadas, no estigmatizadas.
- Fortalecer redes de apoyo: promover dinámicas familiares y comunitarias saludables para garantizar que las mujeres tengan un entorno de apoyo emocional y práctico durante su proceso de recuperación.
- Empoderar a las mujeres: desarrollar estrategias que les permitan reconstruir su identidad, especialmente para aquellas con responsabilidades maternales, brindándoles herramientas para enfrentar los desafíos cotidianos sin recurrir al consumo de sustancias.
Desde Sociedad Educadora, estamos convencidos de que prevenir las adicciones es inseparable de erradicar la violencia de género. Por eso, trabajamos día a día para construir una sociedad más segura, justa y empática, donde las mujeres puedan sanar, crecer y vivir libres de violencia y adicciones.
Referencias
- ONU. (2024). Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Recuperado de https://www.un.org/es/observances/ending-violence-against-women-day
- Sociedad Educadora. (2024). Identidad Femenina y Consumo de Drogas en Sinaloa: Un Diagnóstico Cualitativo con Perspectiva de Género. Recuperado de https://sociedadeducadora.org/wp-content/uploads/2024/06/IDENTIDAD-FEMENINA-Y-CONSUMO-DE-DROGAS-EN-SINALOA-UN-DIAGNOSTICO-CUALITATIVO-CON-PERSPECTIVA-DE-GENERO.pdf