¿Sabías que la curiosidad también es un factor de consumo de drogas?

Por Nilzy Angulo

¿Alguna vez has hecho algo solo para saber qué se siente? ¿Tus amigos te han contado de algún lugar al que tú no has ido o algo que ellos han probado, tú no y te llama conocer lo desconocido? Eso que sientes se llama curiosidad.

La curiosidad es algo normal. Es una motivación natural que hace que el ser humano se sienta atraído, explore y aprenda sobre todo lo que le rodea. Puede impulsarnos a probar cosas nuevas, experimentar, descubrir y conocer. 

Pero, seguramente, también has escuchado la frase “la curiosidad mató al gato”, ¿cierto?

Habrá ocasiones en las que se nos presenten situaciones que nos causen curiosidad y que no sean precisamente experiencias positivas o sanas. De hecho, la curiosidad puede ser un factor importante en el consumo de diversas cosas, incluyendo sustancias adictivas.

 

56% de personas consumieron alguna droga por curiosidad

Es cierto que los problemas socioemocionales pueden aumentar la susceptibilidad a las adicciones, pero también existen otras influencias y factores que pueden llevar a las personas a involucrarse en comportamientos adictivos: la curiosidad es uno de estos factores, incluso, uno de los principales.

En general, las personas consumen drogas por varias razones, pero una de las causas principales es la curiosidad, según el Diagnóstico de Adicción a las Drogas en Sinaloa, de Sociedad Educadora, el 56% de los entrevistados que padecen una adicción, consumieron su primera droga por curiosidad, sin la presión de alguien más, sin que nadie les ofreciera, ellos sólo querían saber lo que se sentía probar una droga y encontraron la manera de consumirla.

 

La relación entre la curiosidad y las adicciones puede variar según la persona y la situación 

Algunas personas pueden sentirse más inclinadas a probar cosas nuevas por pura curiosidad, mientras que otras pueden estar más influenciadas por factores emocionales y sociales.

Sin embargo, es importante señalar que las adicciones a menudo involucran una combinación de factores. Además de la curiosidad, existen factores biológicos, genéticos, psicológicos y ambientales que pueden contribuir al desarrollo de adicciones.

Las personas pueden recurrir al consumo de sustancias adictivas o a comportamientos adictivos como una forma de hacer frente a problemas emocionales, estrés, presión social, influencias del entorno, disponibilidad de sustancias, entre otros.

En resumen, la curiosidad puede desempeñar un papel en el consumo y, en algunos casos, en las adicciones, pero es sólo uno de varios factores que deben considerarse al analizar el comportamiento humano en relación con las sustancias y comportamientos adictivos.

El cristal, una droga que elimina la empatía y se asocia con la violencia

¿Hay relación entre la metanfetamina, la empatía entre las personas y la comisión de algún delito? ¿Cuál es?

Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el cristal forma parte del grupo de drogas llamado estimulantes de tipo anfetamínico (ETA). Se trata de una droga sintética que suele fabricarse en laboratorios ilegales y se vende en forma de polvo, tabletas o cristales que parecen astillas de vidrio. 

La misma UNODC define el concepto de empatía como la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás. Nos permite ver las cosas desde la perspectiva del otro en vez de la nuestra.

Aunque no lo creas, estos dos conceptos están relacionados, pero de una manera negativa. Te vamos a explicar cómo esto es posible. 

 

¿Qué sucede a la persona que consume cristal?

Cuando una persona consume cristal, al ser una droga estimulante, puede experimentar un aumento de energía, euforia y alucinaciones a un grado donde el funcionamiento del cerebro se altera de tal manera que la capacidad para conectarse emocionalmente y comprender los sentimientos de otras personas se reduce. 

En pocas palabras, la metanfetamina puede hacer que las personas que lo consumen se vuelvan más impulsivas e insensibles, lo que dificulta que generen empatía hacia las personas que les rodean, no importa si son familiares, amigos o conocidos.

En consecuencia, el consumo de cristal puede afectar negativamente la empatía de una persona. 

 

La metanfetamina puede volvernos agresivos con los demás

El uso crónico de esta droga puede llevar a problemas de salud mental y emocional, como la depresión y la ansiedad, y, al ser el cristal una droga que elimina la empatía, su consumo se relaciona con la violencia y el carácter agresivo, lo que puede conducir a dificultades en las relaciones interpersonales.

De acuerdo con información del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés) algunas de las formas en las que el consumo de cristal puede estar relacionado con conductas violentas e incidencia delictiva incluyen:

-Agresividad: El consumo de cristal puede aumentar la agresividad y la irritabilidad en los individuos, lo que puede llevar a enfrentamientos violentos con otras personas.

-Paranoia y psicosis: El uso prolongado de metanfetamina puede desencadenar paranoia y psicosis, lo que puede hacer que las personas se sientan amenazadas y reaccionen violentamente hacia los demás.

-Delirios y alucinaciones: Algunos usuarios pueden experimentar delirios y alucinaciones mientras están bajo la influencia del cristal, lo que puede llevar a comportamientos impredecibles y peligrosos.

-Comportamientos impulsivos: El consumo de metanfetaminas puede disminuir la capacidad de los individuos para controlar sus impulsos, lo que puede conducir a acciones violentas sin pensar en las consecuencias.

-Robos y asaltos: Las personas adictas pueden recurrir a actos delictivos, como robos y asaltos, para financiar su adicción.

Es importante señalar que no todas las personas que consumen drogas se involucran en conductas violentas o delictivas. Sin embargo, el consumo del cristal aumenta la probabilidad de que ocurran estos comportamientos debido a su impacto en el sistema nervioso y su capacidad para desencadenar efectos negativos en el comportamiento y el estado mental de sus usuarios.

 

En opinión de Sociedad Educadora

Desde Sociedad Educadora, vemos que es fundamental implementar estrategias de prevención, tratamiento y reducción del daño que enfoquen en el abuso de sustancias y la rehabilitación de las personas adictas, y necesario aumentar la información sobre los riesgos asociados con el consumo de cristal y todo tipo de drogas para reducir su demanda.

Drogas sintéticas: la nueva amenaza

Por Nilzy Angulo

Infórmate y mantente atento: La metanfetamina es la droga sintética de fabricación ilegal más importante del mundo y la más consumida en Sinaloa.

Las drogas sintéticas han sido un problema preocupante en muchos países debido a su fácil disponibilidad, bajo costo y, a menudo, su potencial para causar daños graves a la salud de los usuarios.

Los mercados de drogas ilícitas son altamente adaptables y el surgimiento de drogas sintéticas ha demostrado ser un desafío para la seguridad y los sistemas de salud pública en todo el mundo.

Estas drogas se producen en laboratorios clandestinos y, generalmente, imitan los efectos de drogas ilegales más conocidas, como la cocaína, la marihuana, la heroína o el éxtasis. Esto se debe a que los fabricantes de drogas sintéticas modifican ligeramente la estructura química para evitar ser incluidos en las listas de sustancias ilegales, sin importar si estas modificaciones son dañinas para sus usuarios.

Las drogas sintéticas «baratas y fáciles» están cambiando los mercados de la droga con resultados letales

El término «barato y fácil» se refiere a la accesibilidad de estos productos en el mercado. Debido a su naturaleza sintética, estas drogas pueden producirse más rápidamente y a un costo menor que las drogas tradicionales, lo que aumenta su disponibilidad. Además, debido a la falta de regulación y control de calidad, es difícil saber la composición exacta de estas drogas, lo que aumenta significativamente el riesgo para la salud de quienes las consumen.

Los mercados ilegales de drogas se están transformando a gran velocidad y, en algunas regiones, de forma drástica, debido a un predominio cada vez mayor de las drogas sintéticas, su fabricación es barata, fácil y rápida. Como las drogas sintéticas no están ligadas a cultivos geográficamente fijos, sino que utilizan un amplio espectro de precursores, la oferta puede reubicarse más cerca de los mercados de consumo y los productos incautados pueden sustituirse rápidamente.

La metanfetamina es la droga sintética de fabricación ilegal más importante del mundo

De acuerdo con el Diagnóstico de Adicciones 2021, publicado por Sociedad Educadora, las metanfetaminas, también conocidas como “cristal”, son las drogas más consumidas por los sinaloenses, no solo por sus efectos, sino por el fácil acceso y lo barato que es conseguir este tipo de droga.

El efecto que produce de autoconfianza, estado de alerta, aumento de la resistencia, mejor rendimiento físico y aumento de la felicidad hace que el uso de estas drogas no sea solamente lúdico, sino que, se utilicen para mejorar la productividad en actividades laborales e incluso para prácticas sexuales, sin importar lo altamente adictiva y peligrosa que resulta ser esta droga.

Los daños que te causaría el cristal

Los efectos letales de las drogas sintéticas son una preocupación importante. Debido a su naturaleza impredecible y la variabilidad en su composición, los usuarios enfrentan un mayor riesgo de sobredosis, reacciones adversas y efectos secundarios graves. Algunas de estas drogas pueden tener efectos tóxicos y dañinos para el sistema nervioso central, el corazón, los pulmones y otros órganos vitales.

El Informe Mundial sobre las Drogas 2023, de la UNODC, demanda que la salud pública, la prevención y el acceso a los servicios de tratamiento deben ser prioritarios en todo el mundo, o los desafíos relacionados con las drogas dejarán atrás a más personas. El Informe subraya además la necesidad de que las respuestas policiales estén a la altura de los ágiles modelos de negocio de la delincuencia y de la proliferación de drogas sintéticas baratas y fáciles de comercializar.

PRÓXIMA SEMANA: El cristal, una droga que borra la empatía y se asocia con la violencia

Adicciones son una carga mayor para quienes menos o nada tienen

Por Nilzy Angulo

Es necesario redoblar esfuerzos para elaborar y poner en práctica políticas y programas que respondan a las necesidades específicas de los distintos grupos de población  

En economía, los bienes de consumo son las mercancías o servicios con los que puede satisfacerse una necesidad humana, como una casa o un alimento.

En el caso de personas enfermas de alguna adicción, el alcohol y otras drogas también constituyen bienes de consumo, cuyos niveles de uso suelen ser superiores en poblaciones de alto poder adquisitivo.

Sin embargo, los problemas por su abuso de drogas afectan más a los pobres. 

Pero si también hay personas con alto nivel de ingreso con adicciones, ¿cómo es que esto afecta más a los que menos tienen?

Esta paradoja está asociada a factores como: 

· Un mayor deterioro en la salud en general, debido al consumo de sustancias de menor calidad.

· Una mayor carga económica derivada de la adquisición de sustancias.

· Menor accesibilidad a servicios, ya sea de salud o para su tratamiento.


El impacto múltiple de las adicciones

El abuso en el consumo de drogas impacta en múltiples esferas de las personas enfermas con alguna adicción. 

-Afectan el desarrollo económico y social.

-Aumentan los costos de atención a la salud al asociarse con lesiones.

Se relaciona con más de 60 enfermedades infecciosas, como VIH o hepatitis.

-También se relaciona con padecimientos crónicos, como cirrosis, cáncer y enfermedades de salud mental.

-Tienen una manifestación visible en diferentes formas de violencia que puede estar asociada con el crimen organizado, con actividades delictivas vinculadas con la adquisición de drogas en el mercado ilegal o inducidas por la intoxicación con sustancias psicoactivas.

El consumo de drogas en las poblaciones marginadas puede ser más intenso, lo que las expone a un mayor riesgo de sufrir daños de forma continua, recaídas y otros efectos conexos en la salud. Los diferentes hábitos de consumo de drogas y el acceso dispar a los servicios agravan la desigualdad en la prestación de tratamiento.


Los problemas de drogas pueden ser globales, pero no afectan a todo el mundo por igual

Teniendo en cuenta la gravedad de los daños y las disparidades existentes al acceder a los servicios que afectan a determinados grupos de población que consumen drogas de forma más intensiva, en Sociedad Educadora planteamos que:

Es necesario redoblar los esfuerzos para elaborar y poner en práctica políticas y programas que respondan a las necesidades específicas de los distintos grupos de población.

Es importante adaptar los programas a las personas sin hogar, a quienes prestan servicios sexuales, a las personas que han sufrido un trauma y a otras personas que se enfrentan a obstáculos para acceder a los servicios, como las personas con comorbilidades adicionales de salud mental, las que están o han estado encarceladas y las mujeres embarazadas. 

Es preciso asumir compromisos políticos y financieros que permitan ampliar intervenciones capaces de atajar las desigualdades estructurales y económicas.

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Mujeres, consumo de drogas y tratamientos, ¿cómo es esta relación?

Por Nilzy Angulo

La proporción de consumo de estimulantes tipo anfetamínico y el uso no médico de productos farmaceúticos es mayor en las mujeres, según Informe Mundial de la ONU

El Informe Mundial Sobre Drogas 2023 (UNODC, 2023) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) arroja los siguientes datos: el cannabis sigue siendo la droga más consumida, con una estimación de 219 millones de usuarios (4.3% de la población adulta mundial) en 2021.

El uso de la droga está aumentando y aunque a nivel mundial alrededor del 70% de consumidores de cannabis son hombres, la brecha de género se está reduciendo en algunas subregiones, como en América del Norte donde las mujeres representan el 42% de usuarios de mariguana.

Las drogas más consumidas por mujeres

El uso de drogas ha sido visto históricamente como un tema dominado por los hombres, pero los datos recientes muestran que, en algunos países, las mujeres están usando ciertas drogas a igual nivel o en mayor proporción que los hombres.

Se estima que, en 2021, 36 millones de personas consumieron anfetaminas y 22 millones consumieron cocaína; la proporción de consumo de estimulantes tipo anfetamínico (el 45% de los usuarios son mujeres) y el uso no médico de productos farmacéuticos (entre 45% y 49%) es mayor en las mujeres. En contraste, la cocaína y los opiáceos tienden a ser más usados por los hombres.

El consumo y la brecha de género

El género es un factor condicionante para el uso y abuso de sustancias, entendiendo los patrones de comportamiento que llevará a las mujeres a consumir. El abuso de las drogas es un problema que repercute de manera diferente en la vida y la salud de las mujeres. Una gran parte de ellas han sido educadas para dedicarse a otras personas, relegando sus propias necesidades.

El estigma y discriminación que sufren aquellas que padecen algún trastorno relacionado al consumo de drogas, hace que no se acerquen a pedir la ayuda que necesitan. La presión social es más fuerte sobre las mujeres que sobre los hombres en cuanto a las expectativas sociales y mandatos de género. Para nosotras, el consumo de sustancias está más penalizado y sancionado socialmente

“Las mujeres se enfrentan a distintos obstáculos a la hora de acceder a los servicios de tratamiento del consumo de drogas: en 2021, el 45% de las personas que habían consumido estimulantes de tipo anfetamínico en el último año eran mujeres, pero sólo el 27% de las personas que recibieron tratamiento son mujeres”, describe la UNODC.

 

En el marco de la cooperación regional, la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) actualizó la Estrategia Hemisférica sobre Drogas en 2020. De esta forma, se sujeta a los países miembros —entre ellos, México— a desarrollar una política de drogas bajo los enfoques de salud pública y de seguridad. Dicha política también debe reconocer las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad: mujeres, niñas, niños y adolescentes.

El uso de drogas tiene muchas dimensiones y en el caso de las mujeres, la información disponible es mucho menor que la de los hombres y sin información no es posible generar políticas públicas que abonen a la prevención de consumo de drogas basada en evidencia y con perspectiva de género.
Desde Sociedad Educadora, sabemos que es una necesidad seguir generando conocimiento, es por eso por lo que contamos con un Diagnóstico de Adicción a las Drogas en Sinaloa en vías de actualización, el cual, además de compartirlo de manera pública, es un ejercicio que sirve para crear iniciativas que contribuyan a la prevención de adicciones basada en evidencia.

BUSCA EL PRÓXIMO LUNES EL ARTÍCULO “El consumo de drogas y la vulnerabilidad socioeconómica”.

¿Por qué los jóvenes son vulnerables al consumo de drogas?

Por Nilzy Angulo

La población juvenil es la más vulnerable al consumo de drogas y también la más afectada por los trastornos derivados de su consumo

Según el Informe Mundial Sobre Drogas 2023, recién publicado en junio de este año, los jóvenes son  el grupo más vulnerable al consumo de drogas. A nivel mundial, en 2021, la prevalencia anual del consumo de cannabis entre personas de 15 a 16 años era del 5.34% frente al 4.3% en el caso de los adultos.

El consumo de drogas es especialmente perjudicial para los jóvenes

Comencemos hablando sobre la vulnerabilidad física a la que un niño, niña o adolescente está expuesto debido a que, en la etapa en la que se encuentra, su cerebro está en continuo desarrollo y cambio.  El efecto de las drogas sobre el cerebro de los adolescentes es especialmente peligroso por la sensibilidad de las zonas en desarrollo como la región prefrontal, la cual está implicada en el razonamiento, la toma de decisiones y el control emocional, esa evolución podría explicar también por qué los adolescentes valoran mal los riesgos y tienen dificultades para controlar sus impulsos agresivos.

En su tránsito hacia la madurez adulta muchos adolescentes presentan problemas y asumen riesgos mal calculados, como conductas agresivas, consumo de drogas o relaciones sexuales sin protección.

“Aunque sobre los 12 o 13 años el cerebro tiene ya un tamaño, plegamientos y especializaciones regionales comparables a las del adulto, investigaciones han demostrado que, incluso así, a esa edad, todavía le queda un largo camino para madurar”.

(Nacional Institute of Mental Health, in Bethesda, 1991).

 
En algunas regiones, los jóvenes se ven más gravemente afectados por trastornos por consumo de sustancias: particularmente en México, hablando de drogas legales, las y los jóvenes comienzan el consumo de alcohol en casa y esto hace que se normalice dicha conducta. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2020 sobre COVID-19, 20 millones de personas enfrentaron adicción al alcohol, con frecuencia se trata de quienes comenzaron a beber a los 13 o 14 años de edad en promedio. 

La evidencia científica muestra que la interacción de diversos factores como familia, escuela, amigos, el espacio físico y el aspecto socioeconómico, aumentan la vulnerabilidad y riesgo de una persona al consumo de sustancias psicoactivas y a desarrollar trastornos relacionados con el abuso de drogas como el alcohol, tabaco, marihuana, entre otras.

¿Tienes niñas, niños y adolescentes en casa?
Evita el consumo de bebidas alcohólicas frente a ellos y con esto podrás brindarles factores de protección que los alejen de los trastornos derivados de consumir drogas.