Las adicciones también se adquieren en el entorno familiar

Por Sociedad Educadora 

El abuso de sustancias adictivas es uno de los mayores desafíos de salud en México. Este problema va más allá de los efectos físicos, psicológicos y emocionales que experimentan las y los consumidores, ya que también afecta profundamente a su entorno cercano, como sus familias, amigos y la sociedad en su conjunto. 

Por lo tanto, abordar este problema de manera efectiva no sólo implica la atención a quienes consumen drogas, sino también la implementación de políticas y programas integrales que aborden las raíces profundas de esta problemática y promuevan el bienestar general de la sociedad mexicana.

¿Sabías que el consumo adolescente de alcohol podría empezar en tu familia?

Según cifras de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, (ENCODAT 2016-2017), el 39.8% de las y los adolescentes ha probado alguna vez alcohol. Es decir, prácticamente 4 de cada 10.

El consumo excesivo y casi obligatorio de alcohol en reuniones familiares, o en periodos de vacaciones, es una práctica común de la sociedad sinaloense; lo que ha resultado en una aceptación más amplia de su consumo, incluso, como muestra la ENCODAT, entre jóvenes que comienzan a beber a edades cada vez más tempranas.

La familia juega un papel fundamental como un factor protector frente al consumo de drogas, pero también puede convertirse en un ambiente de riesgo en situaciones adversas. 

Como adultos, padres, madres o cuidadores de familia, es importante mantenernos alertas y tomar medidas preventivas para garantizar que nuestro entorno familiar sea siempre seguro y favorable para todos sus miembros.

Hacemos un llamado a las familias no solo sinaloenses, sino en general, a valorar que el entorno importa.

Esto engloba estar al pendiente de las dinámicas familiares, tener una comunicación abierta y asertiva, apoyo, así como buscar ayuda profesional si es necesario para abordar cualquier situación de riesgo de manera efectiva y proteger la salud y el bienestar de todos los miembros de la familia.

Por último, invitamos a reflexionar acerca de nuestras acciones y ser responsables de ellas, ya que la familia al considerarse una parte fundamental en la prevención del consumo de las drogas, si no existe la atención y precaución por parte de los adultos encargados, puede convertirse en un entorno de riesgo en cualquier momento.

Trazando la libertad: Superando la vergüenza y las barreras de género en el tratamiento de adicciones para mujeres

Por Sociedad Educadora 

El análisis sobre la vergüenza como un mecanismo de control dentro del sistema patriarcal es relevante en el contexto de los estudios feministas y de género. La idea de que a las mujeres se les permite cierta libertad dentro de los límites establecidos por las normas de la sociedad patriarcal refleja cómo las expectativas de género pueden restringir la autonomía y la expresión individual de las mujeres.

«La vergüenza es un estado de angustia público» (Giddens, 2000, p.87), resalta cómo la vergüenza no es simplemente un sentimiento individual, sino que también tiene dimensiones sociales y públicas. La vergüenza pública puede ser una poderosa herramienta de control social, ya que implica la desaprobación de la comunidad o sociedad en general.

El estigma y discriminación que sufren aquellas mujeres que padecen algún trastorno relacionado al consumo de drogas, hace que no se acerquen a pedir la ayuda que necesitan. La presión social es más fuerte sobre las mujeres que sobre los hombres en cuanto a las expectativas sociales y mandatos de género. Para nosotras, el consumo de sustancias está más penalizado y sancionado socialmente.

“Las mujeres se enfrentan a distintos obstáculos a la hora de acceder a los servicios de tratamiento del consumo de drogas: en 2021, el 45% de las personas que habían consumido estimulantes de tipo anfetamínico en el último año eran mujeres, pero solo el 27% de las personas que recibieron tratamiento son mujeres”, describe la UNODC.

El uso de sustancias psicoactivas tiene muchas dimensiones y en el caso de las mujeres, la información disponible es mucho menor que la de los hombres y sin información no es posible generar políticas públicas que abonen a la prevención de consumo de drogas basada en evidencia y con perspectiva de género. 

En el marco de la cooperación regional, la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) actualizó la Estrategia Hemisférica sobre Drogas en 2020. De esta forma, se sujeta a los países miembros —entre ellos, México— a desarrollar una política de drogas bajo los enfoques de salud pública y de seguridad. Dicha política también debe reconocer las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad: mujeres, niñas, niños y adolescentes.

La inclusión de la perspectiva de género es un aspecto crítico para avanzar en la efectividad de los programas de prevención y constituye un criterio de calidad básico exigible a cualquier programa destinado a prevenir el consumo de drogas.

Trazando los rumbos del consumo femenino de drogas: explorando nuevos paradigmas de género

Por Sociedad Educadora 

El uso de drogas ha sido visto históricamente como un tema dominado por los hombres, pero los datos recientes muestran que, en algunos países, las mujeres están usando ciertas drogas a igual nivel o en mayor proporción que los hombres.

El tipo de sustancias consumidas, su frecuencia y los espacios y formas de uso están fuertemente condicionados por el género. El modelo tradicional de roles de género hizo que durante décadas el consumo de drogas fuera considerado una conducta exclusivamente masculina, lo que sirvió como factor de protección para que las mujeres tuvieran un contacto muy limitado con estas sustancias. Sin embargo, la incorporación de las mujeres a distintos ámbitos de la vida social forzó un cambio hacia unas relaciones de género más igualitarias, que propició que las mujeres asumieran comportamientos hasta no hace mucho considerados como propios de los hombres. Este nuevo modelo de roles de género ha provocado un importante incremento de los consumos de drogas por parte de las mujeres en las últimas décadas, que paradójicamente ha sido presentado como una conquista social de las mujeres y una expresión de su independencia y autonomía personal, pese a ser uno de los principales determinantes de la enfermedad y la salud de las mujeres (Sánchez, L. 2009).

El Informe Mundial sobre Drogas, publicado en 2023 por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito conocida como UNODC (por sus siglas en inglés), estima que, en 2021, 36 millones de personas consumieron anfetaminas y 22 millones consumieron cocaína; la proporción de consumo de estimulantes tipo anfetamínico (el 45% de los usuarios fueron mujeres) y el uso no médico de productos farmacéuticos (entre 45% y 49%) es mayor en las mujeres. En contraste, la cocaína y los opiáceos tienden a ser más usados por los hombres.

En un estudio cualitativo realizado por Fundación Sociedad Educadora de Sinaloa A.C., donde se entrevistó a un total de 15 mujeres internas en 3 centros de rehabilitación se encontró como hallazgo, que, a diferencia de los hombres, -cuya primera sustancia de consumo suele ser el alcohol o tabaco-, la metanfetamina (cristal), es la droga de mayor prevalencia como droga de inicio en el grupo de mujeres entrevistadas para este estudio.

En el grupo de mujeres entrevistadas de este mismo estudio, señalan que su primer consumo fue acompañado por un/a integrante de su familia. De tal manera que, el 40% de las participantes en este diagnóstico relató haber iniciado su consumo acompañada de su papá, o un tío, o un primo, la hermana, o bien la prima, otras más fueron las amistades quienes hicieron el acompañamiento el 30%, pareja el 20% y un caso forzado por desconocidos.

La proporción de consumo de estimulantes tipo anfetamínico y el uso no médico de productos farmacéuticos es mayor en las mujeres, según Informe Mundial de la ONU.

De acuerdo al estudio realizado por Fundación Sociedad Educadora de Sinaloa A.C. podemos inferir lo siguiente: las mujeres pueden enfrentar presiones sociales y culturales únicas que pueden influir en su comportamiento, incluido el consumo de sustancias. Esto puede incluir expectativas de rendimiento académico o laboral, incluso presiones para mantener un cierto peso o apariencia física, las mujeres a menudo enfrentan estándares poco realistas de belleza y perfección que pueden afectar su autoimagen y autoestima. El uso de estimulantes puede estar relacionado con intentos de controlar el peso o mejorar el rendimiento físico para cumplir con estos estándares.

 Las diferencias biológicas, hormonales, psicológicas y sociales pueden influir en la rapidez con la que las mujeres desarrollan dependencia de sustancias psicoactivas en comparación con los hombres. Existe evidencia de que las mujeres a menudo reciben diagnósticos y tratamientos diferentes en comparación con los hombres para problemas de salud similares, esto podría influir en la prescripción de estimulantes y otros medicamentos que podrían ser utilizados fuera de indicaciones médicas. Además, las mujeres pueden tener un acceso más fácil a productos farmacéuticos debido a que son más propensas a buscar ayuda médica para problemas de salud, incluidos el estrés, la fatiga y otros síntomas que podrían llevar al uso de estimulantes.

Otro factor son las dinámicas de poder y género en las relaciones, ya que pueden desempeñar un papel importante en el uso de sustancias. La presión social, la influencia de la pareja o familiares, así como las relaciones abusivas o coercitivas, pueden contribuir a que una mujer comience a consumir drogas.

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El consumo de drogas y la brecha de género

Por Sociedad Educadora 

La noción de género sirve como un marco explicativo fundamental para comprender las disparidades socioculturales arraigadas entre los sexos masculino y femenino, fundamentadas en sus diferencias biológicas. A partir de esta distinción, se desarrollan y perpetúan una serie de expectativas y convenciones sociales conocidas como roles y estereotipos de género. Estos conjuntos de creencias delinean lo que se considera apropiado o esperado para mujeres y hombres dentro de nuestra estructura social.

Autoras como Zamora enfatizan la importancia de comprender estos roles y estereotipos de género, ya que representan más que simples constructos sociales; son fuerzas que moldean las experiencias individuales y colectivas, influyendo en la manera en que las personas se perciben a sí mismas y son percibidas por los demás. Zamora argumenta que esta comprensión es esencial porque estos roles y estereotipos no solo pueden limitar las oportunidades y opciones de las personas, sino que también pueden resultar en la marginación y el rechazo social, llevando al aislamiento y al ocultamiento de ciertos comportamientos, un ejemplo: el consumo de drogas. (Zamora, 2019, p33).

El género es un factor condicionante para el uso y abuso de sustancias, entendiendo los patrones de comportamiento que llevará a las mujeres a consumir. El abuso de las drogas es un problema que repercute de manera diferente en la vida y la salud de las mujeres. Una gran parte de ellas han sido educadas para dedicarse a otras personas, relegando sus propias necesidades.

La brecha de género en el consumo de drogas y la atención de adicciones es un tema importante que refleja las complejas dinámicas socioculturales que influyen en los comportamientos relacionados con las drogas y la salud mental. Aunque las tasas de consumo de drogas suelen ser más altas entre los hombres que entre las mujeres, las experiencias de adicción y el acceso a la atención y tratamiento pueden diferir significativamente según el género.

En muchos contextos, los estereotipos de género y las expectativas sociales pueden influir en los patrones de consumo de drogas. Por ejemplo, los hombres a menudo enfrentan presiones sociales para demostrar masculinidad a través de comportamientos de riesgo, como el consumo excesivo de alcohol o el uso de drogas recreativas. Esto puede llevar a tasas más altas de consumo de sustancias entre los hombres en comparación con las mujeres.

«En muchos países, las mujeres tienden a consumir menos alcohol que los hombres. Sin embargo, las brechas de género en el consumo de alcohol se están reduciendo en algunas regiones. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 32% de las mujeres en todo el mundo consumen alcohol, en comparación con el 48% de los hombres». (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2022).

A diferencia del género masculino, las mujeres pueden experimentar barreras únicas en relación con el consumo de drogas y la búsqueda de tratamiento. Por un lado, las expectativas de género pueden desalentar a las mujeres de buscar ayuda para problemas de adicción, ya que el estigma social asociado con el consumo de drogas puede ser aún más pronunciado para ellas. Además, las mujeres pueden enfrentar obstáculos adicionales debido a roles de género tradicionales que las asignan como principales cuidadoras de la familia, lo que dificulta dedicar tiempo y recursos a buscar tratamiento para la adicción.

La brecha de género también se refleja en la forma en que se aborda la adicción en la atención médica y en los programas de tratamiento. Las investigaciones sugieren que las mujeres pueden enfrentar desafíos específicos en el acceso a servicios de tratamiento adecuados, como la falta de programas diseñados específicamente para abordar sus necesidades y experiencias únicas.

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El papel fundamental de la familia en la prevención de adicciones: explorando los factores de protección.

Por Sociedad Educadora 

La familia, considerada como la célula fundamental de la sociedad, desempeña un papel crucial en la formación y el desarrollo de las personas. Dentro de este contexto, es esencial abordar el tema de la prevención de adicciones y cómo los lazos familiares actúan como factores de protección.

Construyendo Cimientos Sólidos: La importancia de la comunicación

La comunicación efectiva dentro de la familia es un pilar fundamental para prevenir conductas de riesgo como el consumo de drogas entre sus miembros. Un entorno donde se fomenta el diálogo abierto y respetuoso nos permite sentirnos escuchadas y escuchados. La expresión de emociones y pensamientos sin temor al juicio contribuye a la construcción de relaciones sólidas, reduciendo la probabilidad de que los miembros busquen apoyo fuera del núcleo familiar.

Vínculos afectivos y apoyo emocional: barreras contra las adicciones

La presencia de vínculos afectivos sólidos en el seno familiar actúa como una barrera natural contra las adicciones. El apoyo emocional y el sentimiento de pertenencia son elementos que fortalecen la autoestima y la resiliencia de las personas, haciéndolas menos propensas a caer en comportamientos perjudiciales. La familia, al ser un refugio de amor y apoyo, se convierte en un escudo protector frente a las adversidades externas.

Valores y normas familiares: guiando el camino hacia decisiones saludables

Los valores y normas transmitidos dentro de la familia juegan un papel esencial en la formación del carácter de sus miembros. Establecer pautas claras y promover valores como la responsabilidad, la empatía y el respeto hacia uno mismo y los demás, orienta a las personas hacia la toma de decisiones saludables. Cuando estos principios se arraigan en la estructura familiar, se convierten en faros que guían a los miembros a lo largo de su vida, alejándolos de conductas riesgosas.

Tiempo de Calidad: Una inversión indispensable

La calidad del tiempo que la familia comparte es una inversión invaluable en la prevención de consumo de drogas. La participación activa en las actividades cotidianas, el ocio compartido y el acompañamiento en los desafíos individuales fortalecen los lazos familiares. Estas experiencias positivas crean memorias significativas y fomentan un sentido de pertenencia que actúa como un contrapeso ante las influencias negativas externas.

Conclusiones: El compromiso familiar en la prevención

En resumen, la familia desempeña un rol insustituible en la prevención de conductas de riesgo a través de factores de protección como la comunicación efectiva, los vínculos afectivos, la transmisión de valores y normas, y la inversión de tiempo de calidad. Reconocer y fortalecer estos elementos dentro de la familia no solo contribuye al bienestar de sus miembros, sino que también construye cimientos sólidos para una sociedad más resiliente y saludable. La prevención comienza en casa, y es responsabilidad de cada familia asumir este compromiso con el futuro de sus seres queridos.

La familia, el mejor equipo para “cantar el último out” a las adicciones

Sociedad Educadora y Tomateros promueven en el estadio campaña para prevenir el consumo de sustancias en jóvenes
 
Por Sociedad Educadora 
Las drogas lícitas e ilícitas son cada vez más accesibles en el mundo. Algunos opioides sintéticos, como el fentanilo, pueden provocar la muerte desde el primer consumo. Para vencer a este peligroso adversario es importante entrenar y fortalecer al mejor equipo que tenemos: la familia.
 
Sociedad Educadora y Tomateros de Culiacán crearon una alianza que convoca a los padres de familia a empoderarse para prevenir el consumo de sustancias en sus hijas e hijos, convirtiendo su hogar en un espacio seguro que se preocupa y ocupa por la situación socioemocional.
 

Irving Salazar, director general de Sociedad Educadora, indica que esta campaña conjunta con Tomateros de Culiacán surge a partir del Diagnóstico de Adicciones en Sinaloa, que integra entrevistas con personas que padecen alguna adicción.

La gran mayoría destaca que el consumo de sustancias se detonó en ellos mientras atravesaba alguna situación socioemocional complicada y que desearían haber recibido orientación a edad temprana.
 
“Con esta investigación encontramos que algo que se presenta en ellos es el abandono de la familia, por ello experimentan sensaciones de soledad, de no tener a nadie que los escuche y acompañe; sienten que no valen nada, que nadie los escuchó, que no había muestras de afecto, solo regaños”, indica.
 
La familia puede ser factor de riesgo o de protección

La familia, añade Salazar Gaxiola, puede llegar a ser el factor de riesgo más grave, o bien, puede ser el factor de protección más importante para las y los niños, adolescentes y jóvenes.

“La familia es un equipo que debe atender a los integrantes para que logren la mejor versión de sí mismos. Regañar sin motivar a que sean más propositivos generará que la persona se frustre y ya no quiera jugar, que ya no quiera hablar, pues le estás diciendo que es malo, que no sirve”, describe.

“Si en cambio, le enseñas a batear, a pichar, y cómo cachar, notarás cada vez más diferencias positivas, más motivación, y obviamente los resultados serán muy diferentes y mucho más propositivos. En un equipo a todos nos conviene que a todos les vaya bien y hagan lo que les corresponde. De esta manera seguramente el equipo dará un ‘out 27’ a las adicciones”.


Padres y madres, la autoridad

Este equipo implica que se respeten los roles de cada integrante. Los padres y madres son la autoridad, y por ello, la que orienta con el ejemplo.

“En muchas ocasiones es la familia la que inicia el consumo de una sustancia. Es muy común que la familia normalice el consumo de alcohol en menores y no sean conscientes de los riesgos que esto pueda implicar”, expone Salazar Gaxiola.

“En una fiesta de un niño o niña de un año, la familia celebra con alcohol. El niño comienza a ver que, para festejar debe haber alcohol. Algunos hasta les dan pequeños sorbos a los niños, esto tiene severas repercusiones en las y los niños”.

Sin embargo, explica que, mientras más joven es el consumidor, mayor será el impacto negativo a la salud.

“Una probadita de alcohol, un pequeño sorbo; o una pequeña inhalación de tabaco pueden repercutir seriamente en el organismo en crecimiento de un niño o niña”.

 

Familia Guinda: Por un Culiacán sano

Porque todos y todas queremos un Culiacán Sano, la alianza Familia Guinda entre Sociedad Educadora y Tomateros busca normalizar el rechazo a las drogas, que el problema sea atendido en familia, es decir, no avergonzarse ni esconderlo.

Por medio de mensajes en la pantalla interna como en exteriores, con activaciones y mensajes de beisbolistas en redes sociales, se pretende que la familia, como equipo, se una y busque atención médica de las adicciones, y acuda a los servicios de psicología, psiquiatría y de salud socioemocional. Se trata de revertir la normalización actual del consumo de drogas legales e ilegales.

 

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 Acerca del Diagnóstico de Adicciones en Sinaloa, de Sociedad Educadora.

1 de cada 5 personas entrevistadas, que padecen alguna adicción, dijo haber tenido cuadros de depresión.

65% inició a los 18 años o antes.

Solo 2 de cada 10 personas han recibido ayuda profesional.


Viene Familia Guinda, una campaña de prevención y salud socioemocional

Por Nilzy Angulo
 

Con el llamado «Por un Culiacán sano», Sociedad Educadora y Tomateros de Culiacán unen esfuerzos para prevenir adicciones 

Unidos en un esfuerzo conjunto para cuidar no sólo del cuerpo, sino también del corazón y la mente de nuestra comunidad culichi, Tomateros de Culiacán y Sociedad Educadora lanzarán una campaña dedicada a la prevención y la salud emocional bajo el lema «Por un Culiacán sano».

Objetivo de la campaña

Nuestra misión es crear conciencia sobre la importancia de la salud socioemocional, sobre todo en niñas, niños y adolescentes, con la finalidad de abonar a una vida libre de adicciones y proporcionar recursos útiles y apoyo a todas las madres, padres y cuidadores de familias sinaloenses.

Queremos eliminar el estigma asociado con los problemas de salud mental y fomentar un ambiente en el que todas y todos se sientan seguros para hablar sobre sus emociones y buscar ayuda cuando la necesiten.

Días de sensibilización en los partidos

Del 28 al 30 de noviembre, durante los juegos de los Tomateros de Culiacán, te invitamos a visitar nuestro stand, donde podrás participar en concursos e informarte sobre temas de prevención de adicciones y salud socioemocional.

Además, te proporcionaremos estrategias para hablar y manejar el estrés y la ansiedad que te servirán a ti, a tus hijas o hijos.

¡Por un Culiacán sano!

Te invitamos a unirte a nuestra causa siguiendo nuestras redes sociales y mantenerte informado de los tips y recursos útiles de prevención.  

Espera atento y atenta nuestro giveaway, #FamiliaGuinda que será posible gracias a Tomateros de Culiacán, quienes están comprometidos como embajadores activos de la salud emocional.

Por un Culiacán sano, donde cada individuo se sienta valorado, apoyado y emocionalmente fuerte.

El valor de la infancia: Reflexiones en el Día Mundial de la Infancia

Por Nilzy Angulo
 

Cada 20 de noviembre, el mundo se une para celebrar el Día Mundial de la Infancia, una fecha que nos invita a reflexionar sobre el estado actual de la niñez y a considerar el impacto que nuestras decisiones y acciones tienen en el futuro de los más jóvenes. En un momento en el que la sociedad enfrenta desafíos significativos, es imperativo recordar el valor de la infancia y la responsabilidad compartida de proteger y nutrir el desarrollo de las generaciones venideras.

La infancia, lejos de ser simplemente una etapa de la vida, es el cimiento sobre el cual se construyen sociedades saludables y prósperas. La atención y el cuidado que brindamos a nuestros niños y niñas hoy determinarán la calidad de nuestro mañana. Sin embargo, a pesar de los avances en diversos aspectos, millones de niños en todo el mundo siguen enfrentando desafíos que amenazan su bienestar y desarrollo.

La educación, por ejemplo, sigue siendo una herramienta poderosa para romper el ciclo de la pobreza y construir un futuro más equitativo. En el Día Mundial de la Infancia, es fundamental recordar que la inversión en la educación no solo es una responsabilidad moral, sino también una inversión estratégica en el crecimiento sostenible y en la construcción de comunidades resilientes.

Además, la protección de los derechos fundamentales de la infancia, incluyendo el derecho a la salud, el juego y la participación, debe ser una prioridad inquebrantable. Las niñas y los niños no son solo receptores pasivos de cuidado, sino individuos con voz y agencia. Escuchar sus experiencias, preocupaciones y aspiraciones es esencial para construir una sociedad que verdaderamente respete y valore la infancia.

En un mundo marcado por tantos desafíos y problemáticas, debemos reconocer que la niñez es la población más vulnerable ante estos problemas. La toma de decisiones informadas y la acción colectiva son cruciales para garantizar que las generaciones futuras no solo sobrevivan, sino que también prosperen en un entorno cada vez más complejo.

En este Día Mundial de la Infancia, renovemos nuestro compromiso con el bienestar de los niños y niñas. Demostremos, a través de nuestras acciones y políticas, que valoramos la infancia como un período único y precioso en la vida de cada individuo. Al hacerlo, no solo estaremos construyendo un presente más justo, sino también sentando las bases para un futuro donde cada niña y cada niño tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.

Protegiendo a nuestra niñez: una llamada urgente a la prevención del consumo de drogas en el hogar

Por Nilzy Angulo
 

Los accidentes de niñas y niños relacionados con el consumo de sustancias, consecuencia directa del descuido de sus cuidadores, nos enfrenta a una realidad alarmante y desafiante, desde la perspectiva de Sociedad Educadora, al ser una organización dedicada a la prevención del consumo de drogas. 

Esta problemática, lejos de ser un fenómeno aislado, representa una amenaza significativa para la salud y el bienestar de la niñez.

La infancia es una etapa crucial en el desarrollo de un individuo, y el impacto de las drogas en este periodo puede ser devastador. Es inaceptable que, debido a la negligencia de quienes tienen la responsabilidad de proteger y guiar a los más jóvenes, estemos presenciando un aumento alarmante de accidentes relacionados con el consumo de sustancias.

Los accidentes relacionados con el consumo de drogas por parte de niñas y niños no son simplemente tragedias individuales; son reflejo de una brecha en la conciencia colectiva sobre la responsabilidad parental y comunitaria. La prevención debe ser una prioridad en todos los niveles de la sociedad, comenzando por la educación y concientización de los cuidadores sobre los peligros asociados al consumo de drogas en el hogar.

Es fundamental que los padres, madres, tutores y cuidadores entiendan que su papel va más allá de proveer las necesidades básicas. La supervisión activa, el diálogo abierto y la creación de un entorno seguro son elementos esenciales para contrarrestar la exposición de los niños a sustancias nocivas. Además, es necesario fomentar la colaboración entre la familia, la escuela y la comunidad para establecer un frente unido contra este preocupante fenómeno.

Nuestra sociedad debe abordar esta problemática con empatía, educación y políticas efectivas. Primero y, ante todo, es imperativo que los cuidadores asuman su rol de guardianes responsables y estén plenamente conscientes de los riesgos asociados con el acceso no supervisado a sustancias psicoactivas. La educación y la concienciación son herramientas poderosas en este sentido, y es deber de todos nosotros fomentar un ambiente en el que se promueva la comunicación abierta sobre los peligros del consumo de drogas desde una edad temprana.

Como organización comprometida con la prevención del consumo de drogas, estamos dispuestos a colaborar con gobiernos, comunidades y familias para desarrollar programas de prevención que aborden esta problemática desde múltiples frentes. 

La estrategia contra el consumo de drogas en la infancia requiere un enfoque integral que incluya la educación, la legislación efectiva y el apoyo continuo a las familias.

Drogas en escuelas: las y los estudiantes saben cómo prevenirlas

Por Nilzy Angulo
 

La presencia de drogas alrededor de las escuelas es un problema grave que puede afectar la seguridad y el bienestar de niñas, niños y adolescentes. 

Abordar esta situación requiere un enfoque colaborativo que involucre a la comunidad, centros escolares, gobierno y otras organizaciones pertinentes. 

La oferta de drogas es algo difícil de controlar, mientras exista una demanda constante de ellas, habrá personas dispuestas a suministrarlas. Además, abordarlo desde una visión de seguridad pública es competencia únicamente de entes gubernamentales.

Como sociedad civil, como docentes, madres y padres de familia podemos hacer mucho por el bienestar de niñas, niños y adolescentes. 

Es crucial educar a las y los estudiantes a desarrollar estrategias que les permitan tomar decisiones informadas y asertivas que les ayuden a posicionarse en una actitud de rechazo ante el consumo de drogas. 

En Sociedad Educadora estamos seguras y seguros que este tipo de iniciativas deben involucrar a padres, madres, docentes, líderes y otros miembros de la comunidad. 

Anteriormente, ya te hemos platicado de nuestro programa Momento de Decisión,  una propuesta que se destaca por llevar a las escuelas un método de prevención de adicciones que no es únicamente una charla, sino un taller de 12 sesiones que busca disminuir la intención de consumo de drogas entre niñas, niños y adolescentes.

Una de las fortalezas de nuestro programa de prevención, es que, al ser un taller, la participación impera en las aulas. Al final de la intervención, alumnas y alumnos realizan propuestas a los docentes y autoridades escolares sobre acciones que se pueden implementar dentro de su plantel para prevenir el consumo de drogas.

Las y los estudiantes saben que el peligro es latente, y que, muchas veces, alrededor de sus escuelas hay disponibilidad de drogas, por lo que además de pedir campañas informativas, sugieren más seguridad dentro y fuera de las instalaciones de sus escuelas.

Además, les parece importante contar con servicios de apoyo psicológico y asesoramiento en sus escuelas para ayudar a estudiantes que posiblemente se encuentren en riesgo de consumo de drogas. 

Entienden que abordar tempranamente los signos de consumo de drogas en las y los compañeros puede ayudar a prevenir problemas mayores en el futuro. Y consideran que sus maestras y maestros deben recibir capacitación para reconocer estos signos.

Nuestras niñas, niños y adolescentes mayormente reconocen los peligros a los que están expuestos y dan sugerencias de cómo prevenirlos, es importante validarlos, escucharlos y abordar este problema de manera integral y colaborativa para garantizar la seguridad y el bienestar de las y los estudiantes en los entornos escolares.