¿Vapeando? Descubre las impactantes consecuencias para tu salud

Por Sociedad Educadora 

El uso del vapeador, se ha vuelto cada vez más popular entre los más jóvenes debido a sus distintas presentaciones, colores y sobre todo los sabores disponibles que hay, impulsando a comprarlos. 

También conocido como cigarrillo electrónico, ha generado un debate importante en relación con sus efectos en la salud. Si bien se promociona como una alternativa más segura que el tabaco tradicional, diversos estudios y expertos alertan sobre posibles riesgos y consecuencias negativas para la salud asociadas al vapeo.

Los dispositivos de moda, especialmente populares entre jóvenes y adolescentes, utilizan una batería o se conectan a la corriente para calentar y transformar líquidos en vapor. Este vapor, compuesto por ingredientes químicos como propilenglicol, etilenglicol y glicerina, no es agua y puede ser perjudicial. Estos dispositivos se conocen como sistemas electrónicos de administración de nicotina (SEAN).

La Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos de América (FDA, por sus siglas en inglés) ha emitido una advertencia sobre el riesgo significativo asociado con los dispositivos electrónicos de calentamiento o vaporización (vapeadores), debido a la presencia de glicerina, propilenglicol y glicerol. Estas sustancias, al degradarse, pueden producir toxinas que causan quemaduras graves en la piel y daños severos al ser inhaladas.

Según datos recabados en la iniciativa de reforma presentada por decreto presidencial en México, en febrero de este año, entre septiembre de 2019 y febrero de 2020, se reportaron en Estados Unidos un total de 2,807 casos de pacientes hospitalizados o fallecidos debido a lesiones pulmonares graves ocasionadas por el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores. El análisis de laboratorio reveló que el acetato de vitamina E, presente en algunos productos de vapeo, contenía tetrahidrocannabinol, un compuesto fuertemente asociado al brote de lesiones pulmonares graves.

 

¿Vapear? Una moda letal entre los más jóvenes 

El aerosol que producen los vapeadores puede contener nicotina y otras sustancias adictivas que pueden causar enfermedades pulmonares, cardíacas y cáncer; también se ha observado que el vapeo en la adolescencia puede aumentar el riesgo de adicción a otras drogas en el futuro. Además, el desarrollo pulmonar continúa hasta los 20 años, y los adolescentes que vapean pueden experimentar retrasos en el crecimiento y alteraciones en su función pulmonar a largo plazo.

Todas las drogas “ocasionan una dependencia física, es decir, que el organismo se acostumbra a los efectos que le produce su consumo, pues el fumador detecta una serie de síntomas generados al inhalar y su organismo se acostumbra al efecto estimulante, además que actúa en el nivel de recompensa del cerebro, por lo que hace sentir mejor al individuo sin importar la situación en la que se encuentre”, dice Guadalupe Ponciano, coordinadora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Fumar es fumar

Aunque los dispositivos electrónicos pueden parecer una opción más segura que los cigarros tradicionales, es importante mantener los ojos bien abiertos. La American Cancer Society y otros grupos nos advierten sobre los riesgos, desde problemas pulmonares hasta cáncer. Esta advertencia nos recuerda que, sin importar la elección, la salud es primordial. Necesitamos hablar abiertamente sobre estos temas y tomar decisiones que cuiden de nosotros mismos y de nuestros seres queridos. ¡Cuidemos de nuestra salud!

Del cigarro al vape: distinto humo, misma adicción

Por Sociedad Educadora 

Aun con el despliegue de campañas de salud, el tabaquismo sigue siendo un desafío mundial, sobre todo, en materia de enfermedades crónicas prevenibles. Y hoy, el vape se ha sumado a esta problemática pública en adolescentes y jóvenes.  

Con el cigarro convencional se inhala humo. Con el vapeador, vapor, pero con ambos el usuario consume sustancias nocivas y son proclives a adquirir una adicción.  

Para el caso del tabaco, a lo largo de los años se han empleado estrategias para disuadir a las personas de consumirlo y prevenir que otros se inicien en este hábito perjudicial.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha demostrado diferentes medidas que salvan vidas y reducen costos al evitar gastos en atención de salud. Consisten en:

  • Vigilar el consumo de tabaco e implementación de políticas de prevención.
  • Proteger a la población del humo del tabaco.
  • Ofrecer ayuda para abandonar su consumo.
  • Advertir a las personas de sus peligros.
  • Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio.
  • Aumento de los impuestos sobre el tabaco.

¿Cómo las campañas de salud lograron inhibir la intención de consumo de tabaco?

La información sobre los riesgos de fumar tabaco es constante y clara, pero ha sido un trabajo de años de investigación, inversión y comunicación, además de diferentes alianzas. Esto ha dado como resultado una verdadera disminución de consumo de tabaco a nivel mundial.

De todas las regiones de la OMS, el descenso más pronunciado de las tasas de prevalencia a lo largo del tiempo se observa en la Región de las Américas. La tasa media de consumo de tabaco ha pasado del 21% en 2010 al 16% en 2020.

Los efectos del tabaquismo en la salud son ampliamente conocidos y bien documentados, incluso, podemos ver cómo en las cajetillas de cigarrillos se alerta sobre las consecuencias a los consumidores con imágenes crudas y realistas.

Esto, debido a que la industria tabacalera ha enfrentado una mayor regulación y restricciones en la publicidad y comercialización de productos de tabaco en comparación con la industria del alcohol.

Las campañas antitabaco han sido respaldadas por esfuerzos regulatorios más estrictos, mientras que la industria del alcohol a menudo ejerce una influencia considerable en la política y la regulación.

Pero, si ya se han cumplido metas con respecto a la disminución del consumo del tabaco, ¿cuál es el nuevo reto?

En las últimas décadas, hemos presenciado una notable transición en los hábitos de consumo de tabaco, especialmente entre los jóvenes. Esta transición ha sido impulsada principalmente por la creciente popularidad de los vapeadores como una alternativa aparentemente menos dañina al cigarro tradicional. ¿Cómo ha sido este cambio de paradigma?

Los cigarrillos electrónicos y los vapes son dispositivos que generan vapor para ser inhalado, pero se diferencian en su diseño y funcionalidad. Mientras que el término «vape» abarca una variedad de dispositivos electrónicos para inhalar vapor, los cigarrillos electrónicos se asemejan más en apariencia y operación a los cigarrillos tradicionales. Los vapes pueden ofrecer una gama más amplia de opciones de personalización en términos de potencia y configuración, mientras que los cigarrillos electrónicos tienden a ser más simples y compactos.

De acuerdo con el sector salud, en México se estima que el 45% de los adolescentes conocen los vapeadores y 1.7 millones de personas los consumen; en apego a los estudios, el uso del vape podría desencadenar adicciones a temprana edad.

A pesar de sus riesgos para la salud del usuario y de la posibilidad de adquirir una adicción, el diseño de estos dispositivos es una especie de espejismo que oculta los riesgos que implica.

Según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas en Estados Unidos (NDA por sus siglas en inglés) los cigarrillos electrónicos surgieron en el mercado de Estados Unidos en el año 2007 y su popularidad ha crecido tan rápido, así como lo ha hecho su diversificación de presentaciones.

La transición del cigarro al vape ha sido facilitada por varios factores clave. En primer lugar, el vapeo se percibe comúnmente como una opción más segura en comparación con fumar cigarros tradicionales.

Esta percepción se debe a la falta de combustión en los vapeadores, lo que elimina la inhalación de humo y muchos de los químicos dañinos presentes en los cigarros convencionales.

Además, los vapeadores ofrecen una variedad de sabores atractivos que no se encuentran en el tabaco tradicional. Esta diversidad de sabores, que van desde frutas hasta postres, ha sido especialmente atractiva para los jóvenes que buscan experiencias sensoriales nuevas y emocionantes.

Otro factor crucial ha sido el cambio cultural en torno al tabaco. En muchos lugares, fumar cigarros tradicionales ha perdido su estatus social y se ha asociado cada vez más con hábitos poco saludables. En contraste, el vapeo se ha presentado como una alternativa más aceptable y menos estigmatizada.

Sin embargo, a pesar de esta transición hacia el vapeo, es importante reconocer que los vapeadores no están libres de riesgos para la salud, ya que contienen nicotina y otros productos químicos que pueden tener efectos adversos en la salud, especialmente en el desarrollo cerebral de los adolescentes.

Fumar es fumar

En conclusión, la transición del cigarro al vape ha sido impulsada por una combinación de percepciones sobre su seguridad, la diversidad de sabores, la influencia de la tecnología y los cambios culturales en torno al tabaco. Sin embargo, es crucial educar a los jóvenes sobre los riesgos potenciales para la salud asociados con el vapeo y promover hábitos de vida saludables y libres de tabaco.

Fumar es fumar, ya sea tabaco o vape. Ambos causan enfermedades crónicas.

Día del Niño y la Niña: regálale un espacio seguro

Por Sociedad Educadora 

¿Te has preguntado si eres la persona a la que tus hijos o hijas acuden cuando necesitan ayuda?

El contexto familiar es el primer espacio donde se desarrollan las infancias. Este sistema aporta las herramientas para el desarrollo social y afectivo de las hijas y los hijos, los adultos del futuro. Y es aquí donde se “debe fomentar buena comunicación, afectividad, apoyo y habilidades sociales que favorecen el desarrollo integral de los niños y niñas”, recomienda Nilzy Angulo, Analista de Fundación Sociedad Educadora A.C.

Por motivo del Día del Niño y la Niña, es fundamental reflexionar sobre el impacto que nuestras acciones tienen en el desarrollo emocional y social de los más pequeños, haciéndonos la siguiente pregunta: ¿es mi casa un espacio seguro para mis hijos?

El fenómeno de la violencia, entendido como un problema de derechos humanos y de salud pública mundial, es grave.

“Casi 3 de cada 4 niños de entre 2 y 4 años sufren con regularidad castigos corporales o violencia psicológica de la mano de padres o cuidadores”, apunta la la Organización Mundial de la Salud (OMS),  “una de cada 5 mujeres y uno de cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales en la infancia”.

En el caso de Sinaloa, según datos de la Fiscalía General del Estado los principales delitos cometidos contra niñas, niños y adolescentes, en el periodo de enero a septiembre de 2023 son los siguientes:

Las violencias contra niñas, niños y adolescentes son una realidad en nuestro entorno, una realidad social transformable que requiere esfuerzos desde todos los sectores de la población.

Blindar a las infancias y tener la posibilidad de ofrecerles entornos seguros es vital para alejarles de las adicciones. 

Este es un llamado a la acción para todos los sectores de la sociedad. Necesitamos trabajar juntas y juntos para transformar esta realidad, brindando entornos seguros y protegidos que alejen a nuestros hijos e hijas de la violencia y las adicciones. En última instancia, debemos asegurarnos de que nuestras casas sean siempre un refugio seguro para nuestros hijos, donde puedan crecer y florecer en un ambiente de amor, respeto y cuidado.

Referencias Bibliográficas

OMS (2022), Maltrato infantil. 19 septiembre 2022. Recuperado en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/child-maltreatment#:~:text=Casi%203%20de%20cada%204,entre%200%20y%2017%20a%C3%B1os.

La atención de mamá y papá es clave contra drogas y alcohol.

Por Sociedad Educadora 

Cuando niñas, niños y jóvenes no reciben la atención, cuidado ni orientación adecuadas de mamá y papá están más expuestos a influencias negativas y son más propensos a experimentar con el consumo de drogas y alcohol.

La investigación realizada por García et al. (2018), como se presenta en el artículo «Importancia de la atención, el cuidado y la orientación de los padres en el consumo de drogas y alcohol de los hijos», examina el impacto crucial que tiene la atención, el cuidado y la orientación parental en el desarrollo de niñas, niños y jóvenes. Cuando los padres no proporcionan estas necesidades básicas, los hijos se encuentran en mayor riesgo de verse afectados por influencias negativas, como el consumo de drogas y alcohol.

Este estudio subraya la importancia de la presencia activa y positiva de mamá y papá en la vida de sus hijos, no solo como figuras de autoridad, sino también como modelos a seguir y fuentes de apoyo emocional. Los resultados destacan la relevancia de fortalecer los vínculos familiares y promover entornos familiares saludables como estrategias clave para prevenir comportamientos de riesgo en la juventud.

La ausencia de atención parental puede manifestarse de diversas formas, desde la falta de supervisión de las actividades de las hijas e hijos hasta la negligencia emocional y el abandono. Las infancias y juventudes que no se sienten apoyadas o valoradas en el hogar pueden buscar refugio en grupos de pares que promueven el consumo de drogas y alcohol como una forma de escape o pertenencia.

La falta de límites claros y la ausencia de conversaciones abiertas sobre los riesgos del consumo de drogas y alcohol también son preocupaciones importantes. Cuando los cuidadores no establecen expectativas claras con respecto al comportamiento de sus hijos y no los educan sobre los peligros de estas sustancias, los niños y jóvenes pueden estar menos preparados para resistir la presión de sus compañeros y podrían tomar decisiones que dañen su salud.

Además, la falta de tiempo y atención por parte de padres y madres puede contribuir a la sensación de soledad y desconexión emocional en niños, lo que los hace más susceptibles a la influencia de grupos que promueven el consumo de drogas y alcohol como una forma de llenar ese vacío emocional.

Para abordar este desafío, es fundamental que los padres y madres reconozcan la importancia de su papel en la vida de sus hijos y se comprometan activamente a brindarles el apoyo y la orientación que necesitan. Esto incluye establecer límites claros y comunicarse abierta y honestamente sobre temas relacionados con el consumo de drogas y alcohol.

Según las encuestas realizadas por Sociedad Educadora a través de nuestro Taller Momento de Decisión en más de 115 escuelas primarias y secundarias de Sinaloa, los alumnos participantes solicitan que llevemos información sobre la prevención de adicciones a sus padres. Están convencidos de que sus familias necesitan conocimiento para ser y seguir siendo auténticos factores de protección.

“Queremos que nuestros papás y mamás también estén informados sobre los temas de prevención de drogas. Es importante que también ellos y ellas reciban el Taller Momento de Decisión”.

-Acciones sugeridas para prevenir adicciones por las y los alumnos participantes del Taller

Las instituciones educativas también pueden desempeñar un papel clave al proporcionar recursos y apoyo a las familias, incluyendo programas de educación parental y servicios de consejería familiar. Al trabajar juntos, padres, madres y educadores pueden crear un entorno de apoyo que fortalezca la resiliencia de niñas, niños y jóvenes y los proteja de las influencias negativas del consumo de drogas y alcohol.

Referencias

García, E., Benítez, M., & Ramos, C. (2018). Importancia de la atención, el cuidado y la orientación de los padres en el consumo de drogas y alcohol de los hijos. Revista de Estudios de Género: La ventana, 19(50), 254-283. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/727/72711818008.pdf

Protege a niñas y niños de las drogas: prevención de intoxicaciones accidentales.

Por Sociedad Educadora 

En el frágil universo de la niñez, los peligros pueden ocultarse en los lugares más inesperados. Uno de estos riesgos es la intoxicación accidental por consumo de drogas en bebés y niños.

A menudo, estas situaciones son el resultado de la negligencia de los cuidadores y la falta de conciencia sobre los peligros que acechan en los entornos cotidianos.

En 2023, al menos 7 menores de edad fueron atendidos en instituciones de Salud de Sinaloa, como el Hospital Pediátrico, por intoxicaciones agudas por consumo de sustancias. Uno de ellos murió, de acuerdo con reportes periodísticos, entre ellos, TV Azteca Noticias.  

De acuerdo con el director del Hospital Pediátrico de Sinaloa, Carlos Mijail Arredondo, al menos cuatro niños fueron ingresados a esa unidad médica por consumo de fentanilo. Pero además de esta droga sintética, una decena de menores más han llegado al hospital luego de ingerir accidentalmente “cristal”, como también se le conoce a la metanfetamina. Otros han sido atendidos por consumir cocaína o marihuana.

¿Accidentes o descuido parental? ¿Cómo prevenir?

Estos casos no son simplemente tragedias individuales, son reflejo de una brecha en la conciencia colectiva sobre la responsabilidad parental y comunitaria. La prevención debe ser una prioridad en todos los niveles de la sociedad, comenzando por la educación y concientización de los cuidadores sobre los peligros asociados al consumo de drogas en el hogar.

Es esencial que madres, padres o tutores estén plenamente informados sobre los riesgos asociados con el acceso no supervisado a sustancias psicoactivas.

La educación y la concienciación son herramientas vitales para prevenir tragedias de este tipo. Los envases de medicamentos deben mantenerse fuera del alcance de los niños, preferiblemente en armarios cerrados con llave y las drogas ilícitas deben ser eliminadas de manera segura y adecuada.

La prevención de intoxicaciones accidentales por consumo de drogas en bebés y niños menores requiere un enfoque multidimensional que involucre a la comunidad en su conjunto. La colaboración entre profesionales de la salud, educadores y líderes comunitarios es crucial para implementar medidas efectivas de prevención y concientización.

En última instancia, proteger la inocencia y la seguridad de los niños pequeños es una responsabilidad compartida. Solo a través de un esfuerzo concertado y un compromiso colectivo podemos mitigar los riesgos y crear un entorno seguro y protector para las generaciones futuras.

¿Cómo puedo evitar el consumo de drogas en mi familia?

Por Sociedad Educadora 

En la actualidad circula una intensa oferta de drogas entre los jóvenes, por lo que la prevención de adicciones es una misión imperativa para la sociedad, sin embargo, como papá y mamá, ¿qué podemos hacer?

Con el firme propósito de contribuir en este desafío, Sociedad Educadora creó el Taller Momento de Decisión, una solución integral diseñada para capacitar a las personas a enfrentar con éxito este riesgo. 

Nuestra propuesta: Un enfoque integral

El Taller Momento de Decisión es una experiencia interactiva y educativa dirigida tanto a padres y madres, como a profesionales de empresas y escuelas.

A través de un enfoque práctico y participativo, ofrecemos:

Información esencial: Actualizamos recursos informativos sobre el consumo de drogas, sus riesgos y consecuencias, y estrategias para prevenir su inicio.

Dinámicas reflexivas: Exploramos los factores de riesgo y promovemos la reflexión sobre cómo intervenir efectivamente.

Herramientas de comunicación: Destacamos la importancia de la comunicación asertiva y brindamos herramientas prácticas para mejorar la comunicación con adolescentes y jóvenes.

Trabajo en equipo: Fomentamos la colaboración entre padres, madres, profesionales y docentes para crear un ambiente de apoyo en la prevención de adicciones.

¿Por qué elegir nuestro taller?

Enfoque personalizado: Adaptamos nuestro programa a las necesidades específicas de cada empresa o institución educativa.

Experiencia y profesionalismo: Nuestro equipo cuenta con amplia experiencia en prevención de adicciones, garantizando la calidad y efectividad de nuestras intervenciones.

Resultados demostrados: Avalado por estudios y testimonios, nuestro taller ha demostrado su impacto positivo en la promoción de estilos de vida saludables y prevención del consumo de drogas entre los niñas, niños y jóvenes.

Un compromiso colectivo

En Sociedad Educadora, estamos comprometidos en brindar herramientas efectivas para la prevención de adicciones. Creemos en el poder de la educación y la comunicación para promover un futuro más saludable y libre de drogas. ¡Únete en esta importante misión de cuidar y proteger a nuestras generaciones futuras!

 ¿Te interesa nuestro Taller?

Si deseas implementar nuestro Taller Momento de Decisión en tu empresa o institución educativa, contáctanos al correo admin@sociedadeducadora.org o comunícate al 667 712 2304.

Estamos aquí para brindarte el apoyo y los recursos que necesitas para promover un entorno más seguro y saludable.

Juntas y juntos, podemos marcar la diferencia en la prevención de adicciones y el bienestar de nuestras comunidades.

¡Actúa ahora y haz la diferencia!

Abuso de alcohol en Semana Santa: Cuidemos de nosotros y de nuestras niñas y niños

Por Sociedad Educadora 

La Semana Santa es un tiempo de reflexión, recogimiento y, para muchos, de descanso y celebración. Sin embargo, en ocasiones, estas festividades pueden tornarse trágicas debido al consumo irresponsable de alcohol.

Según la Secretaría de Seguridad Pública, en Sinaloa hubo 35 accidentes viales que arrebataron 23 vidas en 2023, muchos de los cuales se relacionaron con el consumo de alcohol. Es un llamado urgente a la responsabilidad: conducir en sobriedad es un acto de cuidado personal y de protección hacia los demás.

El consumo de alcohol durante las celebraciones puede tener consecuencias devastadoras, especialmente cuando se trata de la seguridad en la vía pública. Un momento de distracción o un juicio alterado pueden desencadenar accidentes con resultados irreversibles.

Pero el peligro no sólo acecha en las carreteras durante esta temporada. El consumo excesivo de alcohol en entornos festivos puede exponer a los más vulnerables: nuestros niños y niñas.

Muchas veces, en medio de la celebración, los adultos no son conscientes del impacto que su comportamiento puede tener en los más pequeños. La exposición a situaciones de intoxicación puede generar confusión, miedo y ansiedad en los niños, además de aumentar su vulnerabilidad ante posibles accidentes.

Es fundamental proteger a los niños y niñas de este tipo de entornos. Esto implica no sólo moderar el consumo de alcohol frente a ellos, sino también educar sobre los riesgos asociados al consumo irresponsable.

Debemos ser ejemplos de comportamiento responsable y enseñarles desde temprana edad la importancia de cuidar de sí mismos y de los demás.

En esta Semana Santa, hagamos un compromiso colectivo: optemos por celebrar de manera responsable. Disfrutemos de las festividades con moderación y sobriedad, priorizando la seguridad y el bienestar de todas y todos. Tomemos conciencia de que nuestras acciones nos afectan a nosotros mismos y también a quienes nos rodean, especialmente a los más pequeños. ¡Semana Santa sin tragos ni tragedias es posible si actuamos con responsabilidad y empatía!

 

Las adicciones también se adquieren en el entorno familiar

Por Sociedad Educadora 

El abuso de sustancias adictivas es uno de los mayores desafíos de salud en México. Este problema va más allá de los efectos físicos, psicológicos y emocionales que experimentan las y los consumidores, ya que también afecta profundamente a su entorno cercano, como sus familias, amigos y la sociedad en su conjunto. 

Por lo tanto, abordar este problema de manera efectiva no sólo implica la atención a quienes consumen drogas, sino también la implementación de políticas y programas integrales que aborden las raíces profundas de esta problemática y promuevan el bienestar general de la sociedad mexicana.

¿Sabías que el consumo adolescente de alcohol podría empezar en tu familia?

Según cifras de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, (ENCODAT 2016-2017), el 39.8% de las y los adolescentes ha probado alguna vez alcohol. Es decir, prácticamente 4 de cada 10.

El consumo excesivo y casi obligatorio de alcohol en reuniones familiares, o en periodos de vacaciones, es una práctica común de la sociedad sinaloense; lo que ha resultado en una aceptación más amplia de su consumo, incluso, como muestra la ENCODAT, entre jóvenes que comienzan a beber a edades cada vez más tempranas.

La familia juega un papel fundamental como un factor protector frente al consumo de drogas, pero también puede convertirse en un ambiente de riesgo en situaciones adversas. 

Como adultos, padres, madres o cuidadores de familia, es importante mantenernos alertas y tomar medidas preventivas para garantizar que nuestro entorno familiar sea siempre seguro y favorable para todos sus miembros.

Hacemos un llamado a las familias no solo sinaloenses, sino en general, a valorar que el entorno importa.

Esto engloba estar al pendiente de las dinámicas familiares, tener una comunicación abierta y asertiva, apoyo, así como buscar ayuda profesional si es necesario para abordar cualquier situación de riesgo de manera efectiva y proteger la salud y el bienestar de todos los miembros de la familia.

Por último, invitamos a reflexionar acerca de nuestras acciones y ser responsables de ellas, ya que la familia al considerarse una parte fundamental en la prevención del consumo de las drogas, si no existe la atención y precaución por parte de los adultos encargados, puede convertirse en un entorno de riesgo en cualquier momento.

Trazando la libertad: Superando la vergüenza y las barreras de género en el tratamiento de adicciones para mujeres

Por Sociedad Educadora 

El análisis sobre la vergüenza como un mecanismo de control dentro del sistema patriarcal es relevante en el contexto de los estudios feministas y de género. La idea de que a las mujeres se les permite cierta libertad dentro de los límites establecidos por las normas de la sociedad patriarcal refleja cómo las expectativas de género pueden restringir la autonomía y la expresión individual de las mujeres.

«La vergüenza es un estado de angustia público» (Giddens, 2000, p.87), resalta cómo la vergüenza no es simplemente un sentimiento individual, sino que también tiene dimensiones sociales y públicas. La vergüenza pública puede ser una poderosa herramienta de control social, ya que implica la desaprobación de la comunidad o sociedad en general.

El estigma y discriminación que sufren aquellas mujeres que padecen algún trastorno relacionado al consumo de drogas, hace que no se acerquen a pedir la ayuda que necesitan. La presión social es más fuerte sobre las mujeres que sobre los hombres en cuanto a las expectativas sociales y mandatos de género. Para nosotras, el consumo de sustancias está más penalizado y sancionado socialmente.

“Las mujeres se enfrentan a distintos obstáculos a la hora de acceder a los servicios de tratamiento del consumo de drogas: en 2021, el 45% de las personas que habían consumido estimulantes de tipo anfetamínico en el último año eran mujeres, pero solo el 27% de las personas que recibieron tratamiento son mujeres”, describe la UNODC.

El uso de sustancias psicoactivas tiene muchas dimensiones y en el caso de las mujeres, la información disponible es mucho menor que la de los hombres y sin información no es posible generar políticas públicas que abonen a la prevención de consumo de drogas basada en evidencia y con perspectiva de género. 

En el marco de la cooperación regional, la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) actualizó la Estrategia Hemisférica sobre Drogas en 2020. De esta forma, se sujeta a los países miembros —entre ellos, México— a desarrollar una política de drogas bajo los enfoques de salud pública y de seguridad. Dicha política también debe reconocer las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad: mujeres, niñas, niños y adolescentes.

La inclusión de la perspectiva de género es un aspecto crítico para avanzar en la efectividad de los programas de prevención y constituye un criterio de calidad básico exigible a cualquier programa destinado a prevenir el consumo de drogas.

Trazando los rumbos del consumo femenino de drogas: explorando nuevos paradigmas de género

Por Sociedad Educadora 

El uso de drogas ha sido visto históricamente como un tema dominado por los hombres, pero los datos recientes muestran que, en algunos países, las mujeres están usando ciertas drogas a igual nivel o en mayor proporción que los hombres.

El tipo de sustancias consumidas, su frecuencia y los espacios y formas de uso están fuertemente condicionados por el género. El modelo tradicional de roles de género hizo que durante décadas el consumo de drogas fuera considerado una conducta exclusivamente masculina, lo que sirvió como factor de protección para que las mujeres tuvieran un contacto muy limitado con estas sustancias. Sin embargo, la incorporación de las mujeres a distintos ámbitos de la vida social forzó un cambio hacia unas relaciones de género más igualitarias, que propició que las mujeres asumieran comportamientos hasta no hace mucho considerados como propios de los hombres. Este nuevo modelo de roles de género ha provocado un importante incremento de los consumos de drogas por parte de las mujeres en las últimas décadas, que paradójicamente ha sido presentado como una conquista social de las mujeres y una expresión de su independencia y autonomía personal, pese a ser uno de los principales determinantes de la enfermedad y la salud de las mujeres (Sánchez, L. 2009).

El Informe Mundial sobre Drogas, publicado en 2023 por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito conocida como UNODC (por sus siglas en inglés), estima que, en 2021, 36 millones de personas consumieron anfetaminas y 22 millones consumieron cocaína; la proporción de consumo de estimulantes tipo anfetamínico (el 45% de los usuarios fueron mujeres) y el uso no médico de productos farmacéuticos (entre 45% y 49%) es mayor en las mujeres. En contraste, la cocaína y los opiáceos tienden a ser más usados por los hombres.

En un estudio cualitativo realizado por Fundación Sociedad Educadora de Sinaloa A.C., donde se entrevistó a un total de 15 mujeres internas en 3 centros de rehabilitación se encontró como hallazgo, que, a diferencia de los hombres, -cuya primera sustancia de consumo suele ser el alcohol o tabaco-, la metanfetamina (cristal), es la droga de mayor prevalencia como droga de inicio en el grupo de mujeres entrevistadas para este estudio.

En el grupo de mujeres entrevistadas de este mismo estudio, señalan que su primer consumo fue acompañado por un/a integrante de su familia. De tal manera que, el 40% de las participantes en este diagnóstico relató haber iniciado su consumo acompañada de su papá, o un tío, o un primo, la hermana, o bien la prima, otras más fueron las amistades quienes hicieron el acompañamiento el 30%, pareja el 20% y un caso forzado por desconocidos.

La proporción de consumo de estimulantes tipo anfetamínico y el uso no médico de productos farmacéuticos es mayor en las mujeres, según Informe Mundial de la ONU.

De acuerdo al estudio realizado por Fundación Sociedad Educadora de Sinaloa A.C. podemos inferir lo siguiente: las mujeres pueden enfrentar presiones sociales y culturales únicas que pueden influir en su comportamiento, incluido el consumo de sustancias. Esto puede incluir expectativas de rendimiento académico o laboral, incluso presiones para mantener un cierto peso o apariencia física, las mujeres a menudo enfrentan estándares poco realistas de belleza y perfección que pueden afectar su autoimagen y autoestima. El uso de estimulantes puede estar relacionado con intentos de controlar el peso o mejorar el rendimiento físico para cumplir con estos estándares.

 Las diferencias biológicas, hormonales, psicológicas y sociales pueden influir en la rapidez con la que las mujeres desarrollan dependencia de sustancias psicoactivas en comparación con los hombres. Existe evidencia de que las mujeres a menudo reciben diagnósticos y tratamientos diferentes en comparación con los hombres para problemas de salud similares, esto podría influir en la prescripción de estimulantes y otros medicamentos que podrían ser utilizados fuera de indicaciones médicas. Además, las mujeres pueden tener un acceso más fácil a productos farmacéuticos debido a que son más propensas a buscar ayuda médica para problemas de salud, incluidos el estrés, la fatiga y otros síntomas que podrían llevar al uso de estimulantes.

Otro factor son las dinámicas de poder y género en las relaciones, ya que pueden desempeñar un papel importante en el uso de sustancias. La presión social, la influencia de la pareja o familiares, así como las relaciones abusivas o coercitivas, pueden contribuir a que una mujer comience a consumir drogas.

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